Contingencias, la textura causal del ambiente y las disposiciones conductuales
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Resumen
Los conductistas molares han reconocido desde hace tiempo que la conducta se afecta por lo que Tolman y Brunswik (1933) llamaron "la textura causal del ambiente". Sin embargo, el materializar tal reconocimiento en un sistema científico efectivo, ha sido una tarea difícil. Por un lado, la "textura causal" consiste en relaciones complejas entre eventos que se extienden en el tiempo y por lo tanto, es frecuentemente difícil detectar los efectos significativos. Tampoco es evidente cómo clasificar y medir la textura causal, de tal forma que permita describir un conjunto integrado de relaciones fundamentales ambiente-conducta. Una contribución importante de la teoría de la contingencia (por ejemplo, Sidman, 1986) ha sido proveer una taxonomía integrada de la textura causal del ambiente, haciendo posible así relacionar de una manera sistemática efectos conductuales con la textura causal. Algunos de los efectos conductuales son aparentes inmediatamente pero otros no lo son. El hablar de las contingencias como maneras de afectar disposiciones conductuales, puede resultar ventajoso.