Conceptos fundamentales en la formación socioemocional

Para abordar de manera efectiva la formación socioemocional en el bachillerato en línea, es fundamental entender conceptos clave como el aprendizaje permanente y la ciudadanía activa. El aprendizaje permanente, definido por la UNESCO (2015), incluye todas las actividades educativas a lo largo de la vida para desarrollar conocimientos y habilidades. Una ciudadanía activa implica el ejercicio responsable de derechos y deberes, y el compromiso con valores democráticos y el bien común.

Cuando hablamos de una ciudadanía activa, nos referimos al ejercicio responsable de los derechos y deberes, así como la participación en la vida política, social y comunitaria, involucrando el compromiso con los valores democráticos, la defensa de los derechos humanos y la promoción del bien común.

Contar con un entendimiento sólido de estos conceptos nos brindará las herramientas necesarias para explorar estrategias innovadoras y enfoques vivenciales que promuevan una participación genuina y un compromiso duradero con los valores democráticos dentro del contexto del bachillerato en línea en México.

Introducción

En la era digital, la formación de ciudadanos activos, críticos y comprometidos con los valores democráticos enfrenta desafíos significativos. El bachillerato en línea en México, una modalidad en constante crecimiento, representa una oportunidad para fortalecer el desarrollo socioemocional de los estudiantes, pero también plantea retos específicos debido a la naturaleza del entorno virtual.

Por ello, es fundamental repensar las estrategias pedagógicas utilizadas en este contexto, integrando enfoques innovadores que aprovechen el potencial de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para fomentar una ciudadanía participativa y consciente de su entorno.

Para ello, es necesario adoptar metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje-servicio, las cuales permiten conectar los contenidos educativos con experiencias reales y socialmente relevantes. Estas estrategias no solo favorecen el desarrollo del pensamiento crítico y la resolución de problemas, sino que también promueven el trabajo colaborativo y el compromiso social.

Sin embargo, su implementación en entornos virtuales presenta desafíos como la brecha digital y la falta de alfabetización tecnológica, lo que exige diseñar intervenciones educativas que aseguren la inclusión y la equidad en el acceso a estos recursos.

En este proceso, el papel del docente es crucial, ya que actúa como facilitador del aprendizaje y guía en la construcción de una ciudadanía activa. Su labor va más allá de la enseñanza de contenidos, pues debe generar espacios de reflexión, debate y acción que motiven a los estudiantes a involucrarse en problemáticas sociales desde una perspectiva crítica y ética.

No obstante, la formación ciudadana no debe limitarse al ámbito escolar, sino concebirse como un proceso continuo que se extiende a lo largo de la vida, aprovechando todas las oportunidades de aprendizaje formal, no formal e informal (UNESCO, 2015). En este sentido, las organizaciones de la sociedad civil, los medios de comunicación, las plataformas digitales y las iniciativas comunitarias desempeñan un papel crucial en la construcción de una ciudadanía crítica y participativa (Muñoz Izquierdo, 2013).

Por medio de una enseñanza que integre la tecnología con estrategias pedagógicas centradas en la participación, el bachillerato en línea puede convertirse en un espacio de formación integral que prepare a los estudiantes para enfrentar los retos de la sociedad contemporánea, promoviendo así un aprendizaje continuo y una implicación activa en su comunidad.

Marco legal y conceptual

La formación socioemocional en línea de México se sustenta en un sólido marco legal y conceptual:

1. Artículo 3° constitucional. Establece que la educación media superior será obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita y laica, promoviendo el máximo logro de aprendizaje y el fortalecimiento de los lazos entre la escuela y la comunidad (Política, 1917/2024).
2. Nueva Escuela Mexicana (NEM). Enfatiza el desarrollo integral de las capacidades cognitivas, socioemocionales y físicas de los estudiantes, colocando el máximo logro del aprendizaje en el centro de la acción pública (Secretaría de Educación Básica, 2019).
3. Marco Curricular Común de la Educación Media Superior (MCCEMS): Incorpora la formación socioemocional en el currículum, mediante recursos socioemocionales específicos y ámbitos de desarrollo (Secretaría de Educación Pública, 2023).

Integrar la formación socioemocional en el bachillerato en línea

La integración puede potenciarse mediante plataformas digitales que faciliten experiencias interactivas y colaborativas. El aprendizaje basado en proyectos permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos a desafíos reales, mientras que el aprendizaje-servicio combina el aprendizaje académico con el servicio comunitario, fortaleciendo el compromiso y la empatía. Estas metodologías, cuando se implementan adecuadamente, enriquecen la experiencia educativa en entornos en línea y fomentan competencias socioemocionales en el alumnado (Secretaría de Educación Pública, 2023).

La Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS) ha desarrollado el "Modelo de formación integral para los recursos socioemocionales del MCCEMS" como una herramienta que guía la trayectoria formativa del estudiantado. Este modelo responde a las necesidades sociales, pedagógicas y de bienestar, beneficiando principalmente a las y los estudiantes y docentes, desde un enfoque integrador de los aspectos cognitivo, axiológico y filosófico con los que deben abordarse los recursos socioemocionales.

El modelo busca responder el enfoque humanista centrado en los estudiantes para contribuir a su formación socioemocional, con lo que pueden adquirir, generar conocimientos y fortalecer la capacidad de aprender a pensar, sentir, actuar y desarrollarse como personas integrantes de una comunidad y en armonía con la naturaleza.

Para comprender los principios que guían la implementación de la formación socioemocional, ver la Tabla 1.

Mediante el aprendizaje basado en proyectos, los estudiantes aplican sus conocimientos y habilidades para proponer soluciones innovadoras a desafíos reales, fomentando así un aprendizaje profundo y relevante (Alscher et al., 2022

Por otro lado, el aprendizaje-servicio combina la formación académica con el servicio comunitario, lo que no solo refuerza el compromiso de los estudiantes, sino que también promueve una comprensión más holística de su rol como miembros activos y responsables de la sociedad (Baque et al. , 2018)

El aprendizaje basado en proyectos puede implementarse en el bachillerato en línea al involucrar a los estudiantes en proyectos colaborativos relacionados con problemáticas sociales de su entorno. Por ejemplo, los estudiantes podrían trabajar en equipo para investigar y proponer soluciones a desafíos como la contaminación ambiental, la desigualdad social o la participación ciudadana en su comunidad. Utilizando herramientas colaborativas, pueden recopilar información, analizar datos, diseñar propuestas y presentar sus proyectos de manera remota. Este enfoque fomenta habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo (Meza-Holguín, et al., 2024; Muñoz Izquierdo, 2013). Un desafío potencial sería como garantizar la participación equitativa y la coordinación efectiva en un entorno virtual.

Por otro lado, el aprendizaje-servicio puede integrarse al vincular el aprendizaje académico con proyectos de servicio comunitario en línea. Por ejemplo, los estudiantes podrían colaborar con organizaciones locales para desarrollar campañas de concientización o brindar tutoría en línea a grupos desfavorecidos. Esto les permitiría aplicar sus conocimientos y habilidades para abordar necesidades reales, al tiempo que desarrollan su compromiso y la empatía. Un beneficio clave es el impacto positivo en la comunidad, mientras que un desafío podría ser como garantizar una experiencia de servicio significativa en un entorno no presencial.

Estas estrategias, cuando se integren de manera efectiva en las plataformas digitales, potenciarán las experiencias interactivas y colaborativas, y contribuirán a la formación de competencias socioemocionales en el estudiantado, de acuerdo con los cambios que propone el Marco Curricular Común de la Educación Media Superior (Secretaría de Educación Pública, 2023).

La percepción de los docentes respecto a la eficacia de estas estrategias generalmente es positiva (Meza, et al., 2024), aunque la implementación efectiva de estas metodologías en el bachillerato en línea mexicano requiere una adaptación cuidadosa al contexto local. Estas adaptaciones no solo aumentan la relevancia del aprendizaje, sino que también fomentan un sentido de identidad y responsabilidad arraigado en la realidad mexicana.

Además de las metodologías activas, las TIC también juegan un papel crucial en el fortalecimiento de la formación socioemocional en estos entornos. A continuación, se explora cómo las herramientas digitales pueden complementar estas metodologías, facilitando el aprendizaje colaborativo y promoviendo la participación.

Tecnología como brújula

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) juegan un papel crucial en el bachillerato en línea, al enriquecer la formación socioemocional y fomentar el aprendizaje colaborativo. Los foros de discusión en línea, como herramientas esenciales, facilitan la interacción asincrónica entre los estudiantes, promoviendo el pensamiento crítico y la resolución colaborativa de problemas.

Estas plataformas también permiten la creación de comunidades de aprendizaje sólidas, donde la visibilidad de todas las intervenciones favorece la diversidad de perspectivas y potencia el aprendizaje (Baque et al., 2018).

Además, las plataformas digitales y las redes sociales ofrecen espacios para la deliberación constructiva, facilitando el análisis de problemáticas sociales y el desarrollo de habilidades fundamentales para la vida profesional y comunitaria, como la comunicación efectiva, la toma de decisiones colectivas y el liderazgo.

Las herramientas colaborativas adicionales, como los documentos compartidos y las videoconferencias, enriquecen la experiencia al permitir la colaboración en proyectos de impacto social (Baque et al., 2018).

Por otro lado, los recursos educativos abiertos y los repositorios digitales brindan acceso a una amplia gama de materiales sobre temas socioemocionales, lo que promueve la alfabetización digital y el pensamiento crítico. Estos recursos permiten a los estudiantes evaluar la información de manera ética y responsable, desarrollando habilidades esenciales para el siglo XXI (Meza-Holguín et al., 2024).

No obstante, es crucial abordar las brechas digitales existentes para asegurar un acceso equitativo a estas herramientas y oportunidades de aprendizaje. Además, se debe cultivar la alfabetización digital crítica, a fin de que los estudiantes puedan navegar y evaluar la información en línea de manera responsable, evitando la desinformación y la polarización (UNESCO, 2015).

No obstante, es crucial reconocer que la implementación de estas herramientas tecnológicas en el contexto mexicano enfrenta desafíos significativos. La brecha digital, particularmente pronunciada en zonas rurales y marginadas, puede exacerbar las desigualdades educativas existentes (Baque et al., 2018). Para abordar esto, se propone un modelo híbrido que combine el acceso digital con recursos offline y apoyo comunitario. Por ejemplo, la creación de centros de aprendizaje comunitarios equipados con tecnología y facilitadores capacitados podría proporcionar puntos de acceso cruciales para los estudiantes con conectividad limitada. Además, el desarrollo de contenidos educativos que puedan descargarse y utilizarse offline podría garantizar la continuidad del aprendizaje, incluso en áreas con conectividad intermitente.

Conclusiones

La inclusión de la formación socioemocional en el bachillerato virtual es esencial por varias razones:

En primer lugar, fomenta el desarrollo de una ciudadanía informada y activa, capaz de participar activamente en la vida democrática. Esto es crucial en un contexto donde la participación es fundamental para la salud de las democracias y la resolución de problemas sociales.

En segundo lugar, la formación socioemocional contribuye a la formación integral de los estudiantes, preparándolos no solo para su vida académica y profesional, sino también para su rol como ciudadanos responsables y comprometidos. Este enfoque holístico es indispensable para el desarrollo de sociedades más justas e inclusivas.

La formación socioemocional ayuda a los estudiantes a comprender y valorar la diversidad, promoviendo la tolerancia, el respeto y la colaboración en contextos multiculturales. Estas competencias son fundamentales para la convivencia pacífica y el desarrollo sostenible, permitiendo a los estudiantes aprovechar las ventajas de la tecnología para participar en actividades interactivas y colaborativas, enriqueciendo su experiencia de aprendizaje y desarrollando habilidades digitales esenciales para el siglo XXI.

La integración efectiva de la formación socioemocional en el bachillerato en línea mexicano representa un desafío complejo, pero crucial para el futuro del desarrollo social del país. Se ha demostrado que estrategias como el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje-servicio, cuando se adaptan adecuadamente al contexto en línea y local, pueden enriquecer significativamente la experiencia educativa y fomentar una ciudadanía activa y comprometida. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas depende de un enfoque holístico que aborde las brechas digitales existentes y promueva la equidad en el acceso a recursos educativos de calidad.

Futuras investigaciones deberían centrarse en evaluar el impacto a largo plazo de estas estrategias en la participación de los graduados de estos programas, así como en desarrollar modelos de implementación que sean sostenibles y escalables en diferentes contextos socioeconómicos. Además, es imperativo que las políticas educativas reconozcan la importancia de la formación socioemocional digital y proporcionen el apoyo necesario para su integración efectiva en los currículos nacionales.

Solo con un compromiso continuo con la innovación pedagógica y la equidad educativa podremos garantizar que el bachillerato en línea en México no solo eduque, sino que también empodere a la próxima generación de ciudadanos activos y comprometidos.