Vol. 1 No. 1
Agosto de 1998

Un Caso Especifico de Manejo Conductual en el Contexto Familiar
 Alfonso Valadez Ramírez (1), Universidad Nacional Autónoma de México Campus Iztacala.

RESUMEN

Se presenta el caso de una madre que reporta como motivo de la consulta el hecho de que su hijo de 13 años tiene problemas académicos. Después de analizar la información, se determina que en la dinámica familiar existe un inadecuado manejo conductual de contingencias con respecto al niño. Se desarrolla un proceso de intervención para eliminar cuatro conductas inadecuadas (flojera, rebeldía, desinterés y no cooperativo) del niño. Utilizando estrategias de manejo conductual de contingencias lleva a esas conductas a un nivel de frecuencia de cero.

Palabras Clave: Manejo Conductual, Manejo de Contingencias,Conductas Inadecuadas Reforzamiento
 

A Case Report of Behavioral Management in Family Context

SUMMARY

It is presented the case of a mother that reports as motive for psychological service the fact that her 13-year-old son has academic problems. After analyzing the information, it is determined that an inadequate contingencies managment in the familiar dynamics exists. An intervention program was designed to eliminate four maladaptive behaviors (lazy behaviors, rebellliousness behaviors, and noncompliace) of the child. Trainning in administration of adecuate contingencies showed usefull to bring those conducts at a level of zero frequency.

Key Words: Contingencies Managment , Inadequate child behavior, reinforcement.

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Alfonso Valadez Ramírez
Profesor de Tiempo Completo del Area de Psicología Clínica.
alfonsoh@servidor.unam.mx


La paternidad constituye la profesión más exigente e importante del mundo; sin embargo, la mayoría de los padres no recibe entrenamiento formal para asumirla. A menudo cuando las cosas andan mal con los hijos, los padres tienden a culparse a sí mismos y se sienten incapaces. Sin embargo, los problemas de la paternidad no necesariamente son resultado de "malos" padres ni de "malos" hijos, tales problemas frecuentemente son producto de enfoque inadecuados que se dan a la educación de los niños (Rinn y Markle, 1981).

Muchas de las conductas que hacen o dejan de hacer los niños se dan por el hecho de que existe un manejo inadecuado de ellas, es decir, lo que se conoce como manejo conductual o manejo de contingencias. Según esto, cuanto ocurre a deja de ocurrir inmediatamente después de una conducta, determina si tal conducta se repetirá o no. Esto es que aun cuando las causas (es decir, cuanto ocurre inmediatamente antes de la conducta) son importantes, los efectos (o sea, lo que sucede inmediatamente después de la conducta) son todavía más importantes. Por ejemplo, rogar o suplicarle a los hijos que hagan su tarea no resulta tan eficaz para el desarrollo de buenos hábitos de estudio, como el hecho de alabarlos cuando estudian sin que se les pida que lo hagan.

Concretamente, el manejo de contingencias es un término que describe cualquier técnica operante que intenta modificar una conducta por medio del control de sus consecuencias (Caballo, 1991). El modelamiento, tiempo fuera, realización de contratos de contingencias y economía de fichas son algunos tipos específicos de formas para el manejo de contingencias.

En la práctica, el manejo de contingencias como lo refiere Berstein (1982), consiste en la presentación contingente o retiro de los reforzadores y estímulos aversivos que suceden a determinadas conductas. El término "contingente" simplemente significa que la manipulación de las consecuencias ocurre si y sólo si ha ocurrido la conducta que se planea fortalecer o debilitar.

El manejo de contingencias va a consistir de acuerdo con Rimm y Masters (1984), en la presentación y retiro contingentes de recompensas y castigos. Aunque el terapeuta puede utilizar estos procedimientos, es más factible y efectivo que capacite a otros para que operen como administradores de contingencias, por ejemplo, a los a padres, que de manera más directa están envueltos en la vida del individuo bajo tratamiento.

Al respecto, Wielkiewicz (1992), y Meyer (1993), señalan que el manejo de contingencias se basa en la modificación de conducta y el aprendizaje, donde se supone que la conducta tanto adaptativa como desadaptativa se aprenden, y que la estrategia más aconsejable para remediar la conducta problema consiste en estructurar el ambiente del niño para que reciba retroalimentación y apoyo por su conducta deseable. Por lo tanto, el término de manejo conductual se refiere al proceso de aplicación de los principios de aprendizaje para remediar los problemas conductuales de los niños. A pesar en que el método se centra en el comportamiento abierto más que en los "estados mentales internos", se considera que el comportamiento verbal y las respuestas encubiertas están controladas de la misma manera.

Por otra parte, Walker y Shea (1987), definen al manejo conductual, como todas aquellas acciones e incluso inacciones conscientes, en las que los padres se involucran para aumentar la probabilidad de que los niños desarrollen conductas efectivas que sean en lo personal autosatisfactorias, productivas y socialmente aceptables. El proceso de manejo conductual debe considerar todas las variables relevantes, esto es: el individuo o grupo cuya conducta esta siendo estudiada; la conducta bajo consideración; el ambiente en el cual ocurre ésta; la aplicación individual de la intervención y el propósito de esta última.

Las técnicas de tratamiento a través del modelo de condicionamiento operante dan la impresión de ser demasiado sencillas e ingenuas. Sin embargo, el diseño y ejecución del programa terapéutico puede involucrar una gran cantidad de procedimientos y operaciones.

En una serie de estudios, Ayllon (1987) demostró que las técnicas operantes pueden ser usadas para modificar el comportamiento inadecuado. Notó que el comportamiento inadecuado, por ejemplo, alteraciones en el comer, o alteraciones en conductas sociales estaban siendo socialmente reforzadas al dar mayor atención a personas que presentaban este problema. Se instruyo a las personas que se encontraban a su alrededor, o con las que tenían mayor relación para dar o retener el reforzamiento de acuerdo al comportamiento del sujeto. El comportamiento deseado era recompensado con muestras de atención, conversación, comida o cigarrillos; en otras palabras, el comportamiento indeseado no era aprobado, mientras que el saludable era elogiado. En estos procedimientos, no se informo antes a los pacientes el cambio de comportamiento que se requería.

Por otra parte Roger (1994), menciona que cuando se ayuda a los hijos a modificar su conducta se deben de considerar varios aspectos: 1) la especificación de la conducta que se quiere modificar; 2) la explicación clara y objetiva de la misma; 3) el que sea mensurable; 4) el registro y especificación de estímulos ambientales involucrados en el contexto.

Con lo anteriormente mencionado podemos decir que utilizando estos métodos los padres tendrán la capacidad para entender las experiencias, ideas y sentimientos de sus hijos, así como a la habilidad y el deseo de tener en cuenta el punto de vista del niño sin tratar de imponer la verdad paterna, ni de obligarlo a obedecer automáticamente.

Este trabajo es un caso de "problemas con los hijos", en el centro de servicio donde esta inmersa el área de psicología clínica, dicha problemática es muy frecuente el conflicto y su incidencia en las personas que acuden a solicitar consulta a la C.U.S.I., aproximadamente el 40% de los casos que se atienden, se relacionan con este aspecto.

QUEJA

Se presenta en el área de psicología clínica de la C.U.S.I. la señora "M", el motivo de consulta es que su hijo "O", presenta bajo rendimiento escolar, lo cual es motivo de constantes conflictos con él, con su esposo y con algunos familiares.
 

CARACTERISTICAS DEMOGRAFICAS

La señora "M" leva 14 años de casada, tiene 31 años, su esposo tiene 36 años. Nivel socioeconómico medio-bajo. Estudió solamente la primaria, tiene dos hijos: "O" de 13 años (cursa el primer año de secundaria) y; "L" de 14 años (segundo año de secundaria).

DESARROLLO DE LA PROBLEMATICA

La señora manifiesta que con su hija "L" no existe ningún problema porque, ella lleva buenas calificaciones en la escuela y no tiene problemas de conducta en la casa.

Refiere que desde que "O" era pequeño se privaba, es decir que le hacia falta el aire cada que lloraba por no lograr lo que quería, y por lo tanto, la mayoría de las veces le daban lo que él pretendía.

La señora reporta que "O" ha pasado por 3 periodos de exámenes y de las 11 materias que lleva sólo ha pasado 4.

También menciona que a últimas fechas "O" ha tenido un comportamiento rebelde y agresivo ya que antes no le replicaba ni le respondía.

Menciona que a pesar de éste comportamiento ella es condescendiente con sus hijos "ya que no los quiere tratar como a ella la trataron".

Así mismo, reporta que a últimas fechas el niño ha tomado dinero que no le pertenece, su actitud ante esta situación fue muy agresiva ya que lo golpeo, esto lo hecho varias veces. Por otra parte, reporta que los castigos impuestos por ella son levantados por su esposo.

Cuando se entrevisto al matrimonio en conjunto, señalaron básicamente que siempre se han preocupado por atender adecuadamente a sus hijos, por ejemplo, continuamente los llevan al médico, les compran lo necesario para la escuela, o como en el caso de "O" lo llevan a cursos de regularización, para que vaya mejor en la escuela. A pesar de esto, se reprochan constantemente el que no han sabido "ser buenos padres".

La información que "O" manifiesta, es que quiere cambiar y ya no ser tan flojo, "echarle ganas" y "no ser como su padre", quien es chofer.

Reporta llevarse bien con su hermana, al igual que con sus padres, sin embargo muestra cierta preferencia hacia su padre pues con él convive más, ya que cuando puede, su papá lo lleva a trabajar con él, en cambio con su madre hay poca relación, ya que ella lo regaña más, lo apura en las tareas, lo levanta para irse a la escuela, y lo manda constantemente a hacer cosas.

Dentro de su contexto se encuentra el que viven en un sólo terreno en el cual se encuentra una familia extensa, cada uno vive en su cuarto y la relación de "O" con ellos no es buena ya que le reprochan el que no estudie y el que lleve bajas calificaciones.

ASPECTOS RELEVANTES

El esposo comparte la opinión de que lo mejor es ser condescendiente con los hijos y evitar los malos tratos. La madre no quiere tratar a sus hijos como los tratan sus familiares.

Ella le ayuda o realiza todas las actividades que le corresponden a su hijo y en ocasiones lo ha golpeado y castigado, es decir, lo ayuda y lo castiga al mismo tiempo.

Piensa que: a) no ha sabido ser buena madre (no ha sabido educar a su hijo); b) no debe dar malos tratos a sus hijos (debido quizá al trato que ella recibió durante su infancia por parte de su padre y no quiere seguir ese patrón).

Lo antes mencionado ha posibilitado la emisión de ciertas conductas inadecuadas de su hijo (bajo rendimiento escolar, desobediencia en cualquier tarea).

De esta forma, lo anterior ha traído como consecuencias que la señora se reproches a sí misma, piense que esta mal lo que esta haciendo y quiere cambiar.

Continuos reproches de familiares, amigos, profesores, en general, de personas que conocen la situación los cuales les dicen que no han sabido ser lo suficientemente drásticos con "O", por lo cual ella se siente mal.

ANALISIS

Se considera que la señora presenta una conducta inadecuada de sobreprotección hacia su hijo, ya que efectúa las actividades que a él le corresponden, además que el manejo de contingencias no es el adecuado (los castigos que le impone no son los adecuados).

Con base en la información recabada, se deduce que la sobreprotección y el mal manejo de contingencias hacia "O" trae como consecuencia las conductas inadecuadas de éste. (bajo rendimiento escolar, desobediencia en tareas domésticas), esta situación se mantiene además por el hecho de que el esposo no coopera y levanta los castigos.
 

HIPOTESIS DE TRABAJO

Si los padres manejan adecuadamente las contigencias, entonces la conducta inadecuada de "O" decrementará. Por lo tanto, la alternativa es proporcionar habilidades a los padres para un buen manejo de contingencias.
 

OBJETIVO GENERAL

Los padres adquieran habilidades del manejo conductual de contingencias para que "O" realice por sí mismo las actividades que le correspondan. Recordando que el manejo conductual, son todas aquellas acciones e incluso inacciones conscientes, en las que los padres se involucran para aumentar la probabilidad de que los niños desarrollen conductas efectivas que sean en lo personal autosatisfactorias, productivas y socialmente aceptables. (Walker y Shea, 1987).

OBJETIVOS ESPECIFICOS

EVALUACION

Entrevistas de evaluación y diagnóstico.

Registros de ocurrencia en donde se cuantificaba la frecuencia de cada conducta inapropiado, después la frecuencia de conductas apropiadas, así como sus antecedentes y consecuentes.
 

PROCEDIMIENTO

Por cuestiones del trabajo y ocupación del esposo (no se podía contar con el en la mayoría de las sesiones), se dirigió el procedimiento al trabajo que haría la señora con su familia, informándole al señor de lo que se trataba el tratamiento y tratando de que estuviera de acuerdo con lo que se iba a hacer, para así de esta forma, que al menos no interfiriera con lo que se iba a estar realizando

La intervención se llevó acabo en 4 fases que consistieron en lo siguiente:

Fase 1. Definir y especificación de conductas.

Se le explicó a la señora las implicaciones para definir una conducta y se retomaron ejemplos de la vida cotidiana apoyándose en rotafolios.

Se le pidió que definiera las conductas que quería cambiar, para lo cual, se le dieron las siguientes instrucciones; "Piensen en un día cotidiano con su hijo y defina las conductas que desea cambiar".

Se analizaron las respuestas y se le retroalimentó. Se identificaron las conductas que se querían modificar y este fue el criterio para pasar a la siguiente fase.

Fase 2. Adquisición de Habilidades para registrar la conducta inadecuada, con el fin de que identifiquen cuando esta decrementando o incrementando.

Se le explicó la forma en que llevaría a acabo el registro, el cual contenía la primer conducta (flojera) a modificar en un intervalo de 12 horas en la que identificaron la frecuencia de la conducta inadecuada y adecuada por día y total por semana.

Se les asigno una tarea a ambos padres que consistió en que debían registrar en un intervalo de 12 horas una conducta inapropiada (de las ya definidas) con el fin de observar si se manejo adecuadamente el registro.

Fase 3. Definición de los tipos de reforzadores.

Explicar las consecuencias de la conducta humana y los programas comunes de reforzamiento. Se le explicó la función de los reforzadores en la modificación de conducta, con el apoyo de rotafolios que contenían ejemplos de los diferentes reforzadores (social, acción y material), extrapolándolos a su situación familiar.

Se le pidió que identificara los reforzadores que podría emplear con "O" y que lo entregaran por escrito. Se hicieron comentarios sobre el escrito que entregaron los padres y se les retroalimentó dando otros ejemplos.

 

Fase 4. Manejo de estrategias para incrementar y decrementar conductas, por medio de la explicación, descripción y uso de técnicas de modelamiento, moldeamiento y contratos de contingencia, economía de fichas, extinción, tiempo fuera y reforzamiento de conductas incompatibles. Se les explicó la función y característica de cada uno de estas estrategias.

Se utilizó un sistema de puntos, conjuntamente con dinero (2 pesos, después de alcanzar cierta cantidad de puntos al día), aunado con la posibilidad de que él eligiera ver la T.V. o salir a jugar. Finalmente, los padres, lo recompensaban alabándolo al término del día por las cosas que había hecho bien, y le entregaban su dinero si había alcanzado la meta. Al final de la semana, si había sido una semana en la que "O" hubiera alcanzado las metas establecidas, se le daba a elegir entre ir todos al cine o al parque o dónde él quisiera, o jugar algún juego de mesa o ponerse a platicar toda la familia.

Durante 10 días se uso el proceso anterior, después se fueron retirando paulatinamente los reforzadores materiales, así mismo incrementándose los sociales, hasta retirar completamente los primeros.

Cada una de las fases se estructuró con los siguientes elementos: explicación; discusión demostración (con modelamiento, moldeamiento y juego de roles); y realización de la actividad específica para cada fase.

RESULTADOS

De los resultados obtenidos se observó que desde la primera sesión observamos disponibilidad por parte de los padres (a pesar de que el señor no podía asistir en todas las sesiones por su trabajo), así como de "O", lo cual se corroboro en aspectos como puntualidad, entrega de tareas y participación durante el desarrollo de la terapia.

Para llevar acabo la intervención clínica, se realizaron 15 sesiones divididas de la siguiente manera: 5 sesiones de entrevista (2 con la señora, 1 con el señor, 1 con "O", 1 con ambos padres), 10 sesiones de intervención (2 sesiones para cada una de las tres primeras fases, 4 para la última fase), el señor también asistío a la primera sesión de la última fase.

Durante la primera fase surgieron las conductas que se querían cambiar, tales como: flojera, desinterés, inconformidad y no cooperación (ver cuadro 1).

 

Cuadro 1. DEFINICION DE CONDUCTAS Y RESPUESTAS ESPERADAS
 
CONDUCTA A MODIFICAR
RESPUESTA ESPERADA
Flojera. Levantarse tarde, no querer realizar actividades como ir a la tienda o quehaceres doméstico. Que se despierte temprano sin esperar que su madre se lo indique
Rebeldía e Inconformidad. Comportamiento rebelde y agresivo que se caracteriza por cuestionar todo, responder de mala manera (v.g. gritos, insultos), manifestar que se le pida su opinión para todo.  Que realice las tareas que se le encomiendan sin molestarse y sin cuestionar todo.
Desinterés. No concluir cualquier actividad desde el juego hasta actividades escolares Que mantenga interés en una determinada tarea hasta concluirla.
No Cooperación. Conducta poco participativa, colaborativa o que no contribuye a en las tareas domésticas. Que participe y contribuya en las actividades domésticas.

En la segunda fase, los registros mostraron que la conducta de flojera se presentaba diario, varias veces al día, por ejemplo; a) el levantarse tarde, era la primer situación de conflicto, porque tenían que estar apurando a "O" para que se despertara con tiempo para asearse y desayunar antes de irse a la escuela, de 10 días, ocho no le dio tiempo de desayunar por levantarse tarde; b) el que lo mandaran a hacer cosas, tuvo un promedio de 8 veces al día, de las cuales, realizaba 7, a regañadientes.

El comportamiento rebelde y agresivo, se presentó en promedio 14 veces al día, en el mismo período de 10 días. El 50% de los episodios conllevaron el hecho de que la madre terminaba golpeando al niño.

El desinterés se presentó básicamente en las actividades y tareas escolares, en promedio después de 7 minutos (el rango iba de 1 a 13 minutos) de haberlas iniciado, interrumpía o abandonaba la actividad, para retomarla después de la insistencia, regaños y castigos de la madre.

La conducta no cooperativa, también se presentaba diario, con un promedio de 8 episodios al día, todos involucraban conflicto por el constante enfrentamiento.

Durante la fase siguiente, la señora mostró atención cuando se le explicó la función de los reforzadores en la modificación de conducta, así mencionó y entregó por escrito lo que utilizaron como reforzadores de "O": consumo de algunos productos "chatarra" (pastelitos, dulces, helados), actividades que incluyeran a toda la familia (v.g. ir al circo, ir al parque o al cine), realización de actividades (asistir a los boy scouts, salir a jugar, ver la T.V.) y algo que le sorprendió mucho a los padres fue que "O" les reportará que sentía muy bien cuando ellos platicaban con él y tenían una mayor comunicación.

En la última fase, los padres mostraron atención cuando se les explico la forma en que llevarían acabo el registro, hicieron preguntas como: ¿Cada cuando se llevaría y quién debía registrar? a lo cual se les dio respuesta diciéndoles que se llevaría acabo toda la semana y si las respuestas eran positivas se les reforzara también de manera positiva, utilizando los reforzadores ya elegidos. Así mismo se les explico que la madre por el hecho de estar todo el día sería la que llevaría el registro, aunque también podría opinar el padre.

Cuando se implemento el procedimiento de intervención, la conducta de despertarse tarde se presento 4 ocasiones en la primera semana, dos en la segunda, y 1 en la tercera semana. El cumplimiento de mandados sin presiones se presento se presento en promedio 3 veces al día durante la primer semana, subió a 5 en la segunda, y totalmente en la tercera.

El comportamiento rebelde bajo a la mitad la primera y segunda semana, bajo a dos la tercer semana.

En la conducta de desinterés se presento algo curioso, en el sentido de que los dos primeros días se aumento el tiempo de interrupción o abandono de la tarea (a 20 minutos), pero se volvía a lo mismo del regaño para que volviera a realizarla. Entonces la madre habló con el niño le comento que el asunto no era que durará más tiempo, sino que la meta era terminar la actividad o tarea. A partir de aquí, en el resto de la semana inicial , solo hubo dos veces en se interrumpió la tarea, en la segunda y tercera semana una.

En la conducta cooperativa se noto un efecto dramático, ya que a partir del segundo día de aplicación de las contingencias, el niño participó y colaboró en las actividades domésticas.

Al terminar el tratamiento, la señora reportó que algunos aspectos y conceptos se le habían olvidado o no los tenía muy claros, entonces se pensó y estructuró un breve manual que incluyó los elementos más importantes del manejo conductual, de tal forma que esto le sirviera a la señora cuando lo necesitara.

Después de dos meses de seguimiento, los cambios se seguían manteniendo e incluso la señora reportaba que algunas cosas las había puesto en práctica con su esposo y con su hija y que le estaban dando buenos resultados.

CONCLUSION Y DISCUSION

Lo primero que hay que resaltar es el hecho de la gran disponibilidad de la familia (a pesar de que el señor no asistió a todas las sesiones), todos cooperaron, y el señor apoyo todo lo que hacía su esposa, sin interferir con el tratamiento.

Como se observo en el transcurso del proceso terapéutico, la queja inicial cambio por problemas de conducta en el hogar, en los cuales obviamente estaban circunscritos algunos aspectos de hábitos de estudio para llevar a cabo ciertas actividades escolares.

Ya que surgió esto, se penso en trabajar más a fondo con los hábitos de estudio de "O", pero ya no se pudo realizar, ya que los padres empezaron a notar cambios positivos en la conducta de su hijo, considerando que con lo logrado hasta el momento era suficiente.

La actitud de ésta familia durante el tratamiento, se enmarca en lo que Walker y Shea (1987), mencionan al respecto, "los padres de un niño con problemas son en primer lugar y ante todo seres humanos y como tales, reaccionan como individuos ante los problemas de un ser amado. Su reacción particular está en gran parte determinada por sus características personales, experiencias en la vida, educación y entrenamiento, expectativas, circunstancias socioeconómicas, entre otras variables" (p. 146). Así, las reacciones de los padres se verán influidas por las características del niño y el problema específico que se trate.

Este caso en sólo uno de tanto ejemplos, de una estrategia terapéutica dirigida a los padres en sus esfuerzos por lograr una interacción efectiva con el niño y manejar su conducta.

BIBLIOGRAFIA

Ayllon, (1987). Los esposos y sus hijos. México: Trillas.

Berstein, D. A. (1982). Introducción a la psicología clínica. México: Mc Graw-Hill.

Caballo, V. E. (1991). Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. Madrid: Siglo Veintiuno

Meyer, C.V. (1993).Terapéutica del comportamiento en psiquiatría clínica. México: La Prensa Médica Mexicana.

Rimm, D. C. y Masters, J. C. (l984). Terapia de la conducta. México: Trillas.

Rinn, R. C. y Markle, A. (1981). Paternidad positiva. México: Trillas.

Roger, C. (1994). Paternidad positiva. México: Trillas.

Walker, J. E. y Shea, T. M. (1987). Manejo conductual. México: Manual Moderno.

Wielkiewicz, R. M. (1992). Manejo conductual en las escuelas. Principios y métodos. México: Limusa


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