Introducción
A los problemas de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), mejor conocida
como Ciudad de México, se suma uno más: el cambio climático local. Si bien es cierto
que los factores geográficos tienen un peso importante, no se puede dejar de lado
la historia y la actividad económica de la zona. La hipótesis de este trabajo es que
la retroalimentación entre la actividad económica y la dinámica de la población con
sus respectivas modalidades migratorias provocaron un crecimiento urbano acelerado
y desordenado de la ZMVM. Por lo tanto, el crecimiento de la llamada “mancha urbana”
ha sido constante, lo cual se ha manifestado en un incremento incontrolable de hectáreas
de pavimento, fenómeno que contribuye al incremento de la temperatura, por arriba
del promedio, en algunos municipios y alcaldías de la zona.
En el primer apartado intentamos establecer un marco teórico y analítico que nos ayude
a comprender el papel que tiene la actividad económica en el crecimiento de las ciudades.
A partir de este marco teórico y un breve recorrido histórico, en el segundo apartado
se expone de qué manera la retroalimentación entre actividad económica y la dinámica
de la población llegaron a un punto donde el Distrito Federal (ahora Ciudad de México)
se desbordó a los municipios conurbados del Estado de México y a uno de Hidalgo. En
el apartado tres se explica por qué ese crecimiento urbano acelerado y desordenado
está contribuyendo, de forma importante a la formación de las Islas de Calor Urbano
(ICU). En el apartado cuatro se fundamenta la hipótesis de retroalimentación entre
actividad económica y dinámica de la población como la causa principal del crecimiento
urbano en la ZMVM utilizando datos por decenio del periodo 1980-2010 de las variables
población, producto interno bruto (PIB) y crecimiento del pavimento. En el apartado
cinco, mostramos mapas hechos con datos de fuentes oficiales, donde relacionamos la
densidad de las industrias manufactureras con temperaturas por arriba del promedio
en algunas alcaldías y municipios de la ZMVM. Por último, mostramos algunas reflexiones
a manera de conclusión.
La actividad económica y el crecimiento de las ciudades
El objetivo de este apartado es establecer un marco teórico y analítico que nos ayude
a comprender la actividad económica como el factor en el crecimiento de las ciudades.
La ciudad es “un área geográfica relativamente reducida, la cual contiene un gran
número de personas y, por lo tanto, una alta densidad de población” (Mills 1993). Son diversos factores los que pueden explicar el origen y crecimiento de las ciudades.
Sin embargo, para los propósitos de este trabajo nos enfocaremos en la actividad económica
que realiza el hombre. En primer lugar tenemos la teoría de la causación circular
acumulativa que nos dice lo siguiente:
El crecimiento inicial de una determinada zona generará un flujo de inmigración que
creará un mercado interno más amplio y dinámico, lo que estimulará el proceso de inversión
como consecuencia del aumento de la demanda y el potencial de crecimiento; una vez
realizadas las inversiones, la existencia de economías de escala, economías de aglomeración
y la adopción de innovaciones de proceso que acompañan las nuevas inversiones y bienes
de capital provocarán un aumento de productividad y competitividad de la economía
local, lo que hará aumentar la demanda externa, que producirá, a su vez, un aumento
del empleo, nuevos flujos de inmigración y más desarrollo. (Myrdal 195, 23)
Las tres leyes de Kaldor (Rosa 2006) complementan la teoría anterior, afirman lo siguiente: primera, hay una fuerte correlación
positiva entre el incremento del producto interno bruto (PIB) y el incremento de la
producción manufacturera; segunda, hay una relación positiva entre el crecimiento
de la productividad del trabajo y el crecimiento del producto, tanto en manufacturas
como en la industria total y; tercera, hay una asociación positiva entre el crecimiento
de la productividad total y el crecimiento del empleo en las manufacturas. Esta parte
merece un comentario adicional, que el incremento de la productividad conduce a un
crecimiento del producto, sobre todo en el sector industrial.1
Otra teoría pone el énfasis en la sustitución de importaciones:
Una ciudad comienza a fabricar sus importaciones y pasa a ser capaz de remplazar muchas
de ellas. Sustituyéndolas, pasa a ser capaz de generar más exportaciones. Y, así,
continúa fabricando otras importaciones siendo capaz de sustituir muchas de ellas.
Y haciéndolo así pasa a generar más exportaciones, y fabrica otras importaciones…
y así sucesivamente. Uno de los resultados de dicho crecimiento es que se genera una
gran cantidad y diversidad de trabajos y puestos de trabajo concentrados en una gran
ciudad, lo que la convierte en atractiva para los trabajadores de otras zonas que
buscan obtener uno de esos puestos de trabajo. (Jacobs 1971, 184)
Por su parte, Peter M. Allen explica la actividad económica y el crecimiento de las
ciudades (Figura 1) de la siguiente forma:
Esencialmente, la historia de la urbanización creciente es de una migración a través
de un largo periodo de tiempo y de una concentración espacial de inversión económica
en áreas particulares. Claramente, hay una relación entre las dos, desde que la inversión
económica irá a los lugares donde hay fuerza de trabajo con habilidades apropiadas
y un mercado, y la gente irá a las áreas donde hay oportunidades de trabajo. Esta
es la clase de efecto ‘catalítico cruzado’ que va a generar el crecimiento de centros
de concentración urbana […] mientras que la competencia por espacio va a establecer
los límites de cómo una alta densidad urbana puede crecer. (Allen 1997, 27)
Figura 1
Esquema de la dinámica de retroalimentación entre la población y el empleo.
Fuente: Elaborado con base en Allen (1997, 84).
El esquema de la Figura 1 muestra la dinámica de retroalimentación entre población que migra buscando empleo
y la oferta del mismo, generada por el sistema económico, dando como resultado final
el crecimiento urbano.
A partir del supuesto de que una ciudad ya existe como resultado de un largo periodo
de migraciones y el previo establecimiento de las plantas manufactureras que generaron
a su alrededor una infraestructura urbana, servicios y amenidades que hacen atractiva
a la ciudad para invertir en el establecimiento de más plantas manufactureras y empresas
que, a su vez, amplían la infraestructura (pública y privada) y prestan nuevos servicios
con apoyo o aval del gobierno de dicha ciudad, dando como resultado la ampliación
y mejoría de las amenidades. Dadas estas condiciones, supóngase que se establece una
nueva planta manufacturera; esto provoca que se incrementen las oportunidades locales
de empleo (mayor oferta de empleo); las personas que tienen las habilidades (requisitos)
para ocupar los puestos son atraídas y migran a dicha ciudad, con ello se incrementa
el tamaño de la población en la ciudad y, además, con experiencia para ocupar los
empleos en las plantas manufactureras; aquí se presenta una bifurcación, por un lado,
como el área cuenta con mano de obra capacitada y con experiencia, atrae a nuevas
industrias, lo que genera encadenamientos industriales hacia adelante y hacia atrás
provocando la expansión de las plantas locales, lo cual atrae más inversionistas que
establecen una nueva planta manufacturera y a su vez, se encadena con las plantas
ya establecidas y expandidas, repitiéndose el ciclo de manera acumulativa; por otro
lado, dicho incremento de la población con mano de obra capacitada y con experiencia,
propicia la expansión de los servicios locales a menores costos por unidad, lo cual
culmina con mejores servicios y amenidades, es decir, una mejor infraestructura urbana
que hace más atractiva la ciudad en cuanto a inversión, establecimiento de nuevas
empresas y más personas que buscan oportunidades de lucro o simplemente para mejorar
su nivel material de vida. Esta dinámica continúa hasta que los límites del espacio
geográfico, las contradicciones del propio sistema (la ciudad) o factores externos
obstaculicen su crecimiento.
Este breve marco teórico nos ayudará a comprender mejor el crecimiento acelerado de
la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y algunos de sus problemas como hacinamiento,
déficit de vivienda, transporte público deficiente, subempleo, empleo informal, inseguridad
pública, contaminación del aire y, por supuesto, la formación de las islas de calor
urbano (ICU), que provocan en algunas personas el llamado “estrés por calor”, incrementando
las tasas de mortalidad en adultos mayores y enfermos crónicos; además aumenta la
concentración de contaminantes emitidos por automóviles, camiones y la industria.
(Luyando 2016, 16).
La concentración de la economía y la población en la ZMVM y su crecimiento urbano
Por factores geográficos, climáticos, sociales e históricos, entre otros, la ZMVM
se convirtió en el centro de mayor actividad económica de México, seguido por la Zona
Metropolitana de Guadalajara y la Zona Metropolitana de Monterrey. Por lo tanto, la
ZMVM, va a la vanguardia de las problemáticas inherentes a dichas zonas.
Por cuestiones prácticas, se partirá del año 1950, cuando la ZMVM estaba compuesta
solamente de once delegaciones (ahora llamadas alcaldías) del otrora Distrito Federal
(ahora Ciudad de México) y dos municipios conurbados (Naucalpan y Tlalnepantla) del
Estado de México. A partir de las siguientes décadas se aceleró tan rápido el proceso
de conurbación de la ZMVM que su expansión ha llegado a municipios muy lejanos del
centro de la Ciudad de México como Tepletaoxtoc y Tlalmanalco (pertenecientes al Estado
de México) y a Tizayuca (perteneciente al estado de Hidalgo). Lo anterior obligó a
una redefinición de los límites territoriales de la ZMVM. El resultado fue la actual
configuración, compuesta por las 16 alcaldías de la Ciudad de México, 60 municipios
del Estado de México y uno de Hidalgo, quedando conformada por 77 unidades político-administrativas
(Cuadro 1).
Cuadro 1
Zona Metropolitana del Valle de México.
Ciudad de México
|
Estado de México
|
|
Álvaro Obregón
|
Acolman
|
Chimalhuacán
|
Nicolás Romero
|
Tequixquiac
|
Azcapotzalco
|
Amecameca
|
Ecatepec
|
Nopaltepec
|
Texcoco
|
Benito Juárez
|
Apaxco
|
Ecatzingo
|
Otumba
|
Tezoyuca
|
Coyoacán
|
Atenco
|
Huehuetoca
|
Ozumba
|
Tlalmanalco
|
Cuajimalpa de Morelos
|
Atizapán de Zaragoza
|
Hueypoxtla
|
Papalotla
|
Tlalnepantla de Baz
|
Cuauhtémoc
|
Atlautla
|
Huixquilucan
|
Paz, La
|
Tultepec
|
Gustavo A. Madero
|
Axapusco
|
Isidro Fabela
|
San Martín de las Pirámides
|
Tultitlán
|
Iztacalco
|
Ayapango
|
Ixtapaluca
|
Tecámac
|
Villa del Carbón
|
Iztapalapa
|
Coacalco
|
Jaltenco
|
Temamatla
|
Zumpango
|
Magdalena Contreras
|
Cocotitlán
|
Jilotepec
|
Temascalapa
|
Cuautitlán Izcalli
|
Miguel Hidalgo
|
Coyotepec
|
Jilotzingo
|
Tenango del Aire
|
Valle de Chalco Solidaridad
|
Milpa Alta
|
Cuatitlán
|
Juchitepec
|
Teoloyucan
|
Tonanitla
|
Tláhuac
|
Chalco
|
Melchor Ocampo
|
Teotihuacán
|
Hidalgo
|
Tlalpan
|
Chiautla
|
Naucalpan de Juárez
|
Tepetlaoxtoc
|
Tizayuca
|
Venustiano Carranza
|
Chicoloapan
|
Nezahualcóyotl
|
Tepetlixpa
|
|
Xochimilco
|
Chiconcuac
|
Nextlalpan
|
Tepotzotlán
|
Debido a la aparición de las ICU es necesario investigar sobre las causas de la misma
para que, si es posible, proponer alguna alternativa de solución al problema. Un estudioso
de la economía urbana ha llegado a la siguiente conclusión: “Las ciudades suponen
la ausencia de espacio físico entre las personas y las empresas. Representan la proximidad,
la densidad de población y la intimidad. Nos permiten trabajar y jugar juntos, y su
éxito depende de la demanda de contacto físico” (Glaeser 2011, 19). Como ya vimos en el apartado 1, las ciudades son el espacio por excelencia para
la actividad económica debido a que permiten la interacción entre empresas y personas.
Partiendo de esta conclusión, la hipótesis del presente trabajo es: la excesiva concentración
de la actividad económica en la ZMVM es la principal causa del crecimiento desordenado
del suelo urbano y el incremento de la temperatura local debido a la aparición, cada
vez más frecuentes, de las ICU.
¿Cómo se llegó a un crecimiento tan desmesurado y desordenado de la ZMVM? ¿Es posible
resolver su problemática, incluyendo el fenómeno de las ICU? Para responder a la primera
pregunta se desarrollará un breve recorrido por la historia de la ZMVM; sobre la segunda
pregunta, se tratará de entender la problemática lo mejor posible para hacer, por
lo menos, una propuesta de solución.
Como ya se dijo, en 1950 la ZMVM estaba compuesta por solamente 11 delegaciones del
otrora Distrito Federal y dos municipios conurbados del Estado de México: Naucalpan
y Tlalnepantla. En aquella época todavía era una ciudad, pero 20 años después, en
1970, ya había concluido su primera etapa de metropolitanismo:
Las siguientes etapas de metropolitanismo alcanzaron dimensiones preocupantes porque
la incorporación de más municipios a la zona estuvo acompañada de fuertes oleadas
de inmigración desde el interior del país hacia la zona, una mayor demanda y necesidad
de infraestructura y, por lo tanto, un crecimiento acelerado y desordenado de la urbanización.
Desde la posrevolución, el epicentro de la inmigración fue la Ciudad de México hasta
que se saturó, lo anterior provocó una emigración hacia la periferia hasta llegar
a ser la megalópolis que hoy conocemos. A finales de la década de los años setenta
la Ciudad de México ya tenía poco más de 8.8 millones de personas y una densidad de
aproximadamente 2,000 personas por Km2, pero a partir de la década de los ochenta, el 90% de la población que emigró de
la Ciudad de México se desplazó al área conurbada del Estado de México (Unikel et al. 1976, 324).
La ZMVM se caracteriza por ser la de mayor dinamismo migratorio de todo el país: “Los
flujos migratorios de la ZMCM son los de mayor volumen en el ámbito nacional y regional.
En el caso de los emigrantes, los cambios en su dirección y sus características tienen
un impacto considerable en la distribución de la población en la región, sobre todo
porque la mitad de los emigrantes de la zona se queda en la región centro” (Corona 1999, 79). Cabe destacar que la migración tanto dentro de la misma zona como la del interior
del país hacia la zona no ha redundado en una mayor equidad económica y bienestar
social para la población. No es difícil detectar la segregación económica y social.
En ese sentido, el grado de marginación proporcionado por el Conapo muestra que, si
bien no hay ningún municipio con alto grado de marginación, aquellos que están menos
favorecidos dentro de los límites de la ZMVM se encuentran justamente en la periferia
(Figura 3).
Figura 2
Zona Metropolitana del Valle de México, 2015.
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI (2015).
Figura 3
Índice de marginación en la ZMVM, 2010.
Fuente: Elaborado con base en Conapo (2020).2
Como ya se observó en el apartado uno y en la Figura 1, la dinámica de retroalimentación entre migración, inversión y empleo redunda en
un crecimiento de la infraestructura para cubrir las necesidades de producción de
las empresas y para satisfacer las necesidades de vivienda, educación, salud, vestido
y alimentación de la población. El problema es que en los países en vías de desarrollo
como México, los patrones de concentración de la actividad económica con sus respectivos
patrones de migración resultan en una urbanización más acelerada y desordenada de
sus metrópolis. Por eso, la ZMVM se convirtió en el espacio con la mayor concentración
de habitantes, de actividad económica y de generación de empleos:
La evolución intraurbana de las áreas metropolitanas del país muestra los patrones
que sigue este tipo de localidades en otras latitudes del planeta. Las conurbaciones
han ido transitando de una a otra fase de metropolitanismo; estas etapas han sido
definidas como urbanización, suburbanización, desurbanización y reurbanización, y
se correlacionan con estadíos en la localización del empleo: concentración, desconcentración,
estancamiento y reactivación. (Sobrino 2003, 455)
Durante el modelo de sustitución de importaciones (1940-1976) se observó una concentración
poblacional en el otrora Distrito Federal, seguida de una dispersión hacia los municipios
conurbados del Estado de México (1976-1995). Más recientemente (1995-2000) se ha registrado
una creciente migración en ambos sentidos, incluso con superávit para la Ciudad de
México (Negrete 2008). No obstante, la ZMVM sigue creciendo en cantidad de entidades municipales que la
componen (77) y el número de habitantes (alrededor de 20 millones).
Por último, un aspecto que no se puede dejar de lado es la llamada globalización económica,
la cual se intensificó a partir de la década de los noventa e impactó el papel que
juegan las principales ciudades del mundo en la generación de bienes y servicios en
los procesos de producción, comercialización y consumo de bienes y servicios a escala
global. En ese sentido, a la Ciudad de México (ZMVM) se le considera una ciudad global
por su nivel de desarrollo económico, la competitividad y, sobre todo, su interconexión
con otras ciudades del mundo:
La literatura sobre la función de las grandes metrópolis en el proceso de desarrollo
de la economía globalizada se remite al concepto de ‘ciudad global’, acuñado originalmente
por Friedman y Wolff (1982) y por Friedman (1986), culminando con Sassen (1994, 2001),
quien construye su modelo con base en los casos de Nueva York, Londres y Tokio. Esta
perspectiva caracteriza un nuevo tipo de economía urbana centrada en las actividades
financieras y de servicios avanzados en donde la ventaja de las ciudades se asocia
con la interconexión entre ellas. (Negrete 2010, 176)
Con respecto a la clasificación de ciudades globales, de todas las ciudades mexicanas
solo la Ciudad de México está registrada como ciudad global:
Durante la etapa de la apertura, la capital del país se mantiene como el principal
nodo natural de vinculación con las nuevas dinámicas económicas internacionales, gracias
a sus características históricas como metrópoli principal con la mejor dotación de
infraestructura y concentración económica (Negrete 2010, 183).
No obstante lo anterior, la ZMVM continúa su crecimiento desordenado con su respectiva
problemática.
El crecimiento urbano desordenado en la ZMVM como una de las principales causas de
la formación de las islas de calor urbano
En el apartado dos acabamos de ver una dinámica de retroalimentación existente entre
migración, inversión y empleo, la cual provoca un aumento cada vez mayor de la infraestructura
que sirve al crecimiento de las empresas y las necesidades de la población en una
ciudad determinada. La formación de ICU no es exclusivo de la ZMVM, pero algunos de
los especialistas (Luyando 2018) señalan que aparte de los factores geográficos y climatológicos se debe tomar en
cuenta la economía y la forma en que crecieron las ciudades. En este apartado veremos
cómo se concentró la actividad económica y la población con su respectivo crecimiento
urbano acelerado y desordenado en la ZMVM durante las últimas décadas (ver Cuadro 2). Se ve con claridad el acelerado crecimiento urbano en el periodo 1950-2000 y una
leve desaceleración del 2000 al 2020, pero lo que nos interesa destacar es que por
cada nueva hectárea de suelo urbano, se pierde la misma proporción de suelo rural:
ya es ampliamente conocido que la ciudad y su zona metropolitana han transitado por
etapas de fuerte expansión física seguidas por fases de densificación; de esta manera,
la ocupación de tierras agrícolas para usos urbanos y la intensificación y modalidades
de la ‘edificación y construcción’ de la ciudad han explicado las peculiaridades del
proceso de urbanización [...] (Cruz 2011, 40-41),
lo que favorece al cambio climático de la ZMVM, es decir, la formación de ICU en diferentes
momentos y en diferentes áreas de la misma. Para ser más precisos, el crecimiento
del suelo urbano (más pavimento y construcciones) está alterando la temperatura en
la ZMVM (más alta en el centro que en la periferia) porque el balance de energía se
altera. El pavimento impide una adecuada ventilación en las ciudades porque la radiación
solar que reciben las superficies se disipa en la atmósfera por la falta de evapotranspiración.3 En consecuencia, el aire cercano a la superficie se calienta en exceso generando
el fenómeno conocido como ICU cuya principal característica es que la temperatura
del aire es más alta en el centro urbano que en su periferia rural, motivo por el
cual los especialistas lo consideran un cambio climático local o regional (Luyando 2018). Esto sugiere que, por lo menos a nivel local o regional, la actividad económica
del hombre sí está provocando un cambio climático porque no solo es la sustitución
de suelo urbano por suelo rural, la aparición de ICU también depende del calor emitido
por la combustión de gasolina y diésel de los automóviles más las emisiones de la
industria manufacturera. Por supuesto que la concentración de la actividad económica
y de la población en la ZMVM implica concentración de industrias y de automóviles,
es decir, por si fuera poco el crecimiento del pavimento (174,830 hectáreas), hay
un problema adicional: el calor emitido por la combustión de la industria y los automóviles
(Fuenzalida 2020).
Cuadro 2
Evolución de la población en la ZMVM, por decenio (1980-2010).
Año
|
Crecimiento
|
Tasa de crecimiento (%)
|
1980
|
14,502,763
|
0
|
1990
|
15,583,842
|
7.5
|
2000
|
17,928,177
|
15
|
2010
|
19,852,348
|
10.7
|
La concentración de la economía, el crecimiento de la población y la acelerada urbanización
han llevado a un cambio en las condiciones climáticas en la ZMVM donde se han registrado
diferencias de temperatura entre el área urbana y rural hasta de 10 ºC, entre la zona
centro (alcaldía Cuauhtémoc) y la periferia (alcaldía Xochimilco). Si continúa la
concentración de la economía, el crecimiento de la población y del suelo urbano en
la zona, los efectos negativos tarde o temprano aparecerán: desplazamiento de la frontera
agrícola, afectación del sistema agropecuario, destrucción de las áreas de protección
ecológica, contaminando todavía más el aire, el agua y el suelo rural. Resulta que
estamos ante un problema que ya no es solo un asunto de calidad de vida o de salud
para los habitantes de la ZMVM, se trata de la preservación de la vida porque respirar
aire contaminado, beber agua contaminada y comer frutas y verduras que provienen de
tierras contaminadas, podría afectar la calidad de vida de cientos, quizás miles de
personas (Escobar et al. 2009).
Los patrones de migración en la ZMVM a través del tiempo han sido: rural-urbana, rural-suburbana,
suburbana-urbana, y, finalmente, interurbana (Tuirán 2000). El resultado ha sido el crecimiento desordenado de la “mancha urbana” del centro
hacia la periferia. De acuerdo con la hipótesis de este trabajo: la urbanización creciente
de la ZMVM es el resultado de este tipo de migraciones por décadas y una concentración
en dicha zona de inversión económica, principalmente en los sectores industrial y
de servicios. Hay una clara dinámica de retroalimentación entre población migrante
y economía, es decir, los inversionistas encontraron en la zona los trabajadores que
necesitaban y, sobre todo, un mercado; por otra parte, los trabajadores buscaron en
la zona oportunidades de empleo y mejorar su nivel económico y social. Sin embargo,
podemos decir que no todos los trabajadores lograron mejorar su nivel material de
vida: “Los ingresos de la población han mostrado también una gran disparidad al existir
en las zonas que están en mayores condiciones un 28% de la población ocupada que recibe
ingresos mayores a los cinco salarios mínimos, mientras que en el estrato que está
en peores condiciones ese porcentaje fue solo del 1.3%” (Schteingart 2001, 21). En mayor o menor medida, la calidad de vida de la mayoría de los habitantes de
la ZMVM va decayendo cada día. En primer lugar, la pérdida de contacto con la naturaleza
(la mayoría de sus bellezas están en las zonas rurales) provoca problemas emocionales
como depresión y angustia; en segundo lugar, el hacinamiento4 en las viviendas, en los centros de trabajo, educativos, de servicios de salud y
los congestionamientos vehiculares provocan estrés, ansiedad y violencia; en tercer
lugar, la contaminación del aire por los vehículos y las fábricas, la desaparición
y contaminación de ríos, lagos y lagunas por desechos industriales y humanos; en cuarto
lugar, aunque la ZMVM es la mayor generadora del PIB en el país y la que más empleos
nuevos ofrece, no es suficiente para la gran cantidad de personas que demandan un
empleo, provocándose con ello el subempleo, el empleo informal y el desempleo, con
sus respectivas consecuencias como el incremento del crimen organizado, el tráfico
ilegal de drogas y la inseguridad pública. Por último, el cambio climático local del
que, hasta el momento, no sabemos las consecuencias que podría tener para la salud
física de los habitantes de la ZMVM (Ballester 2005).
La retroalimentación entre la actividad económica y la dinámica de la población como
la causa principal del crecimiento urbano en la ZMVM
Crecimiento de la población
Como se puede observar (Cuadro 2 y Figuras 4 y 5), de 1980 a 1990 la población creció en 7.5%; de 1990 a 2000 en 15%, y, de 2000 a
2010 en 10.7%. Se calcula que actualmente (agosto de 2020) ya tiene más de 20 millones
de habitantes, quizás ya casi los 21 millones.5 Aunque en el periodo 2000-2010 la tasa de crecimiento se desaceleró con respecto
al periodo 1990-2000, la ZMVM sigue siendo la más poblada y con la mayor actividad
económica del país, algo que veremos en el siguiente apartado con los datos del PIB.
Figura 4
Crecimiento de la población en la ZMVM (1980-2010).
Fuente: Elaboración propia con base en el Cuadro 2.
Figura 5
Tasa de crecimiento de la población, ZMVM (1980-2010).
Fuente: Elaboración propia con base en el Cuadro 2.
Crecimiento de la economía
Como se puede observar (Cuadro 3 y Figuras 6 y 7), de 1980 a 1990 el PIB creció en 3.6%, de 1990 a 2000 en 11%, y, de 2000 a 2010
en 2.8%. Aunque en este último periodo (2000-2010) el crecimiento se desaceleró con
respecto al periodo anterior (1990-2000), la ZMVM sigue siendo la que registra el
más alto crecimiento del PIB comparado con otras zonas metropolitanas del país. Recordemos
que nuestra hipótesis señala que la dinámica de retroalimentación entre el crecimiento
de la población y el crecimiento económico con su respectiva oferta de empleo en una
determinada ciudad es la causa del crecimiento de la misma (en este caso la ZMVM).
Ahora se observará cómo ha sido el crecimiento del pavimento, por decenios, en el
mismo periodo (1980-2010).
Cuadro 3
Evolución del PIB por decenio en la ZMVM (1980-2000).
Año
|
PIB, millones de pesos (2013 = 100)
|
Tasa de crecimiento (%)
|
1980
|
2,741,451
|
0
|
1990
|
2,838,819
|
3.6
|
2000
|
3,150,765
|
11
|
2010
|
3,239,175
|
2.8
|
Figura 6
Crecimiento del PIB en la ZMVM, 1980-2010 (millones de pesos 2013 = 100).
Fuente: Elaboración propia con base en el Cuadro 3.
Figura 7
Tasa de crecimiento del PIB, ZMVM (1980-2000).
Fuente: Elaboración propia con base en el Cuadro 3.
Crecimiento del pavimento
Como se puede observar (Cuadro 4 y Figuras 8 y 9), de 1980 a 1990 el pavimento creció 14.8%, de 1990 a 2000 en 19.5%, y, de 2000 a
2010 en 12.2%. Al igual que la población y el PIB, en este último periodo (2000-2010)
la tasa de crecimiento se desaceleró con respecto al periodo anterior inmediato (1990-2000).
Sin embargo, la “mancha urbana” sigue creciendo, esto significa que el cambio climático
(la ICU) en la ZMVM continuará. Y, como ya dijimos, las consecuencias para la salud
física, mental y emocional de sus habitantes pueden ser fatales.
Cuadro 4
Crecimiento del pavimento por decenio en la ZMVM (1980-2000).
Año
|
Superficie (hectáreas)
|
Tasa de crecimiento (%)
|
1980
|
105,660
|
0
|
1990
|
121,320
|
14.8
|
2000
|
145,000
|
19.5
|
2010
|
162,690
|
12.2
|
Figura 8
Superficies pavimentadas en la ZMVM, 1980-2010.
Fuente: Elaboración propia con base en el Cuadro 4.
Figura 9
Densidad de industrias manufactureras en la ZMVM, 2010.
Fuente: Elaboración propia con base en DENUE, INEGI (2010).
Densidad de la industria manufacturera en la ZMVM y su relación con el cambio climático
local
El fenómeno de la formación de las islas de calor (clima diferenciado en diferentes
partes de una zona o región) no es exclusivo de la ZMVM, pero llama la atención que
en aquellas alcaldías y municipios donde hay mayor densidad de industrias manufactureras
la temperatura es mayor; y donde la densidad es menor, la temperatura también (Figuras 9 y 10).
Figura 10
Temperatura máxima en la ZMVM, 2010.
Fuente: Elaborado con base en Conagua (2021).
En los mapas de las Figuras 9 y 10 se observa que en Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Coacalco, Ecatepec,
Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tecámac y Tlalnepantla donde es más alta la densidad de
industrias manufactureras, también se registraron las mayores temperaturas promedio,
es decir, la formación de ICU. Esto fortalece la hipótesis de este trabajo: la retroalimentación
entre actividad económica y dinámica de la población, con sus respectivas modalidades
migratorias, causó el crecimiento desmedido de la ZMVM, la cual se caracteriza por
su alta densidad de población, fuerte actividad económica, con más kilómetros de pavimento
y con las mayores temperaturas promedio en las áreas donde hay más concentración de
la industria manufacturera.
De la combinación de los dos mapas previos se obtiene la Figura 11, la cual muestra la relación entre los establecimientos dedicados a las actividades
manufactureras con los datos de temperaturas máximas registradas por las estaciones
dentro de la Zona Metropolitana del Valle de México coordinadas por la Comisión Nacional
del Agua.
Figura 11
Relación entre la temperatura máxima y los establecimientos manufactureros en la ZMVM,
2010.
Fuente: Elaborado con base en Conagua (2021) e INEGI (2010).
No disponemos del registro de temperaturas de las zonas menos industrializadas como
Chapultepec, Cuemanco, Tlalpan, Los Dinamos y la Reserva Ecológica del Pedregal, pero
los mapas de las Figuras 9, 10 y 11 confirman lo que dicen investigadoras del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA)
de la UNAM. Por ejemplo, Elda Luyando asegura que “El centro de la ciudad, al no contar
con áreas verdes ni cuerpos de agua -que son sumideros de calor-, se comporta como
una zona desértica; tenemos una superficie urbanizada que se calienta mucho durante
el día”.6 Por su parte, Telma Castro afirma que “En general, las grandes áreas urbanas del
mundo continúan su crecimiento en extensión, población, consumo de energía y, con
ello, en producción de contaminantes atmosféricos, los cuales pueden ocasionar cambios
en el clima regional y global”.7
A manera de conclusión
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No cabe duda de que la retroalimentación entre la actividad económica y la dinámica
de la población, con sus respectivas modalidades migratorias, han sido las principales
causas del crecimiento acelerado y desordenado de la ZMVM.
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En este trabajo vimos que en el año 2010 había alrededor de 20 millones de habitantes,
un PIB de aproximadamente tres billones de pesos (2013 = 100), con 162,690 hectáreas
de pavimento y las mayores temperaturas promedio en las áreas donde hay mayor densidad
de las industrias manufactureras, lo que ha contribuido a que cada vez aparezcan con
más frecuencia islas de calor urbano (ICU), las cuales provocan las temperaturas atípicas
en algunas áreas de la ZMVM.
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Si bien es cierto que las tasas de crecimiento de la población, del PIB y del pavimento
se desaceleraron del 2000 al 2010, el crecimiento de estas variables continúa. Lo
anterior nos lleva a pensar que la aparición de ICU en algunas áreas de la ZMVM también
continuarán.
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Todo lo expuesto en este trabajo nos ayuda a comprender por qué cada vez más personas
viven en las zonas urbanas (ciudades y metrópolis). Son atraídas principalmente por
la intensa actividad económica que hay en esos lugares. Sin embargo, en la ZMVM, se
está “pagando un alto precio” en términos de calidad de vida y los riesgos para la
salud física de sus habitantes. Como vimos, las temperaturas atípicas debidas a las
ICU en algunos municipios y alcaldías están provocando el “estrés por calor”, que
está incrementando las tasas de mortalidad en adultos mayores y enfermos crónicos,
además de la concentración de contaminantes en la atmósfera.
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Falta estudiar otras zonas metropolitanas de México para saber si también está ocurriendo
en ellas un cambio climático local. Por lo pronto, de acuerdo con el Censo de población
y vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población
total en México es de 126,014,024 habitantes, de los cuales el 79% es población urbana,
en tanto que el 21% restante es población rural. Desde 1950 hasta 2020 la tendencia
ha sido creciente. Lo expresado nos hace inferir que el suelo urbano seguirá creciendo
en algunas metrópolis del país como la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y la
Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM), con la consecuente probabilidad de la aparición
de ICU y su respectivo cambio climático local.