La inmigración desde el periodismo
El periodismo es una ventana al mundo que los ciudadanos usan para conocer los temas
de actualidad, desde atender los asuntos públicos del país, las situaciones económicas,
hasta consultar el cierre de vialidades o el clima, con dicha información es posible
tomar decisiones para actuar en consecuencia. Gracias a la consulta de los medios
informativos se saben los pormenores de los sucesos que nos afectan directamente o
tienen repercusiones sociales; esos eventos destacados que identificamos como noticias
son el resultado del trabajo de periodistas que seleccionan la información para la
audiencia, la interpretan y publican como eventos socialmente relevantes.
Por medio de las noticias es posible saber lo que ocurre en nuestro entorno cercano
y lejano, con el simple ejercicio de abrir la aplicación de un diario digital, ver
las noticias por televisión, comprar un diario o sintonizar el noticiario en la radio.
El valor de una noticia radica en su accesibilidad, síntesis y claridad para reportar
los hechos, pues es posible consultar en poco tiempo el acontecer mundial, en la comodidad
de nuestro hogar, y con todos los recursos visuales y auditivos para comprender los
detalles de los hechos.
Una noticia debe contar con algunas características, tales como la actualidad, la
cercanía con el lector, la novedad, entre otros factores, para ser publicada. Comprender
que la noticia y el hecho son dos manifestaciones diferentes es indispensable para
entender cómo se elaboran las tendencias informativas sobre ciertos temas como la
migración, qué se informa del suceso, cuáles son sus detalles y en qué personajes
se centra. Para precisar, el hecho es el suceso ocurrido en un tiempo determinado,
como un terremoto, un delito, la elección de un presidente, entre muchos otros que
ocurren en un momento histórico; mientras que la noticia es la valoración, narración
y lo que se reporta sobre él.
Lo que leemos, vemos o escuchamos en los espacios informativos como noticia es la
recolección de información sobre un suceso y la interpretación que el periodista,
bajo la línea editorial que el medio imprime en él, así se aprecia la perspectiva
institucional mediática sobre cómo reportar el acontecimiento a la audiencia. El ejercicio
periodístico debe respaldar la narración de los hechos en fuentes de información que
den veracidad a la noticia, citar las voces oficiales, los testimoniales o la información
verificable de los sucesos. Aun cuando los medios citen fuentes semejantes, el sentido
de la información también depende de la línea editorial del diario; con ello, los
medios reportan el mismo acontecimiento bajo perspectivas distintas, aunque las variaciones
pueden no ser tan distantes.
La cercanía con la información por la producción constante de noticias, más la demanda
de los ciudadanos acostumbrados a un flujo inacabable de sucesos de interés, permiten
que la noticia conviva con la sociedad de forma tan natural que forma parte de la
cotidianidad, lo cual desdibuja la interpretación que conlleva. Los hechos son presentados
como sucesos próximos, eventos continuos con posibilidad de ser comentados por los
lectores, de conversar con otros y ofrecer nuestra opinión sobre ellos. A esta acción
de cercanía, Lorenzo Gomis la reconoce como el presente social: “gracias a los medios
percibimos la realidad no con la fugacidad de un instante aquí mismo, sino como un
periodo consistente y objetivado, como algo que es posible percibir y comentar, como
una referencia general” (Gomis 1991, 14).
Bajo esta línea, los espacios periodísticos seleccionan los sucesos considerados como
relevantes y en la elección de los materiales se construye la noticia, entendida esta
como la percepción periodística que valora los hechos en relación a los escenarios
políticos, sociales, económicos e ideológicos para integrar la información más relevante.
Lourdes Romero dice al respecto: “Un hecho es más noticia que otro en la medida en
que el público lo capta, lo entiende y lo repite como tal, porque si el hecho les
ha interesado, lo comentará e influirá en sus vidas y en las de los demás” (Romero 2006, 21).
La presentación de la noticia muestra el quehacer informativo como constructor de
la realidad, pues en la toma de decisiones para valorar los sucesos el periodista
interpreta la información, selecciona lo que deberá ser informado y la forma en que
se publicará para generar los comentarios de los lectores. “Los medios ahora, al igual
que los vecinos antes, son los mediadores de la realidad, además, transmiten información
que conduce a la ratificación o modificación de creencias y valores acerca del mundo
que nos rodea; en suma, proporcionan pautas de comportamiento para enfrentar las actividades
de la vida cotidiana” (Romero 2006, 13).
La noticia es el vehículo para reportar la realidad y a su vez construirla bajo intereses
específicos de las empresas periodísticas. Con ella, los espacios informativos elaboran
líneas narrativas sobre grandes temas como los movimientos migratorios pero, ¿qué
noticias nos muestran los medios mexicanos sobre la migración?, ¿cuál es la información
que proveen? La migración como fenómeno social es parte de la historia de los seres
humanos y es un tema noticioso por sus diferentes implicaciones tanto políticas, sociales,
económicas, laborales y de derechos humanos, por referir algunas. Los espacios informativos
reconocen la trascendencia de los sucesos migratorios en el interés público, sobre
todo en un país como México, el cual ha contado con constantes flujos hacia países
del norte del continente en épocas pasadas y actuales.
Intentar definir el concepto de migración resulta una tarea exhaustiva pues existe
una discusión profunda para comprender este fenómeno, por ejemplo: desde la distancia
recorrida, la temporalidad, el cambio de residencia o los propósitos, como lo explica
Roberto Herrera en su libro La perspectiva teórica en el estudio de las migraciones. Para este autor, “estos enfoques plantean que el significado de la palabra migración
debe designar los desplazamientos poblacionales, ya sea individuales o colectivos,
dependiendo de los objetivos de traslado físico de las personas para vivir en otro
sitio diferente a su lugar de origen, sin importar la distancia o el tiempo de duración
involucrados” (Herrera 2006, 25).
Pero la migración de la que hablaremos en adelante se ha vinculado cada vez más con
desplazamientos en búsqueda del bienestar social. Las crisis económicas, los regímenes
políticos, y la inseguridad son factores que contribuyen a la migración con el propósito
de mejorar las condiciones de vida de una persona, es decir, las personas buscan traspasar
los límites geográficos del país de origen al de residencia permanente pues ello asegura
transformar su situación económica, laboral, social y de salud de su vida para mejorarla.
La migración en la actualidad es consecuencia de la creación de un mercado mundial,
como lo refieren Castles y Miller en su libro La era de la migración: “Hay varias razones para esperar que se prolongue lo que llamamos la era de la migración:
las crecientes desigualdades de riqueza entre el norte y el sur tal vez impulsarán
a un número creciente de personas a moverse en busca de mejores condiciones de vida”
(Castles 2004, 15).
Las condiciones sociales de muchos países de América Latina enfrentan crisis humanitarias
en diversos sentidos de la vida social, lo que ha generado incremento en los flujos
migratorios ya existentes al grado de que los desplazamientos son masivos, por lo
que estos sucesos presentan un interés periodístico genuino para dar cuenta de la
noticia. En el discurso informativo de los medios mexicanos la migración como noticia
no siempre aparece en las primeras planas, pero sí es un tema constante de referencia
y sus variantes informativas se modifican con la situación social del país, la economía,
las políticas públicas y los tratados internacionales.
En las últimas décadas, la migración se abrió un camino en el discurso informativo
con cierta reiteración en la crisis económica en países del sur de América y el viaje
de los migrantes hacia el norte del continente en busca de mejorar sus condiciones
de vida; los flujos migratorios, que ya eran constantes, aumentaron y la atención
de los medios también. La migración en los discursos periodísticos se transformó en
un tema recurrente, pues fenómenos semejantes ocurrían en otras partes del planeta,
ya sea a causa de conflictos bélicos que forzaba el desplazamiento de familias, o
por las crisis sociales y económicas. Diversos medios informaron sobre países generadores
de migrantes y países receptores, o de campamentos de desplazados.
Los espacios informativos nacionales, al construir la noticia sobre la migración contemplan
diversos factores como el compromiso con la ciudadanía de mantenerla al tanto del
acontecer social, y también el sentido comercial de la venta de la noticia y el coste
político de los sucesos. Para construir la noticia sobre migración fue indispensable
reconocer uno de los eventos que puso de nuevo en la atención de los medios este tema,
se le dedicó espacio en sus portadas digitales y poco a poco se generaron secciones
especiales, me refiero al fenómeno de las caravanas de migrantes provenientes de Centroamérica
que concentraron a un grupo consolidado de personas que viajaban juntas, para su propia
protección como mencionaron en diversas entrevistas, para transitar por México y llegar
a la frontera con Estados Unidos.
Las caravanas de migrantes o desplazados representaron para el periodismo mexicano
una veta informativa que puso a los migrantes, sus acciones, sus motivaciones y las
consecuencias de sus desplazamientos, en la mira pública. Pronto se volvió un tema
de discusión social con múltiples aristas como la legalidad de su tránsito o la participación
de la ciudadanía para apoyarlos o rechazarlos. Las caravanas de migrantes ponen en
evidencia otros conflictos sociales relacionados con la migración y desatan discusiones
sobre su cobertura, los rasgos informativos a destacar, las temáticas, incluso las
metodologías de recolección, narración e investigación periodística; en la mayoría
de los casos los reportes informativos se centran en las cifras o conflictos sociales
relacionados con los desplazamientos.
En este artículo se discute una propuesta para la cobertura informativa de la migración
desde el planteamiento propuesto por Johan Galtung para la narración de los conflictos
bélicos. Galtung considera la importancia de construir un periodismo para la paz, es decir, un periodismo que sea capaz de ver otras facetas de la guerra, y no solo
las cifras de muertos o los daños físicos ocasionados.
Johan Galtung en su texto, Tras la violencia 3R, reconstrucción, resolución y reconciliación, plantea un nuevo paradigma comunicativo para contrarrestar las coberturas informativas
que tienden a glorificar la guerra, pues plantea que este es un modelo informativo
dominante, mientras que el periodismo de paz es un modelo alternativo; propone el
compromiso del periodismo por construir relatos de paz como la otredad para la comprensión
de los conflictos bélicos o las crisis humanitarias, como puede ser el caso de las
caravanas migrantes.
Para Galtung, en el caso de la guerra, solo se muestra un ángulo: “Así, la violencia/guerra
se ve como una erupción con un principio y un final, y sin más consecuencias que las
que son visibles al final: los muertos, los heridos, los daños, el tipo de comunicados
militares que hemos lamentado antes” (Galtung 1998, 20). La crítica más grande de Galtung a la cobertura de la guerra se refiere a centrar
su atención en hechos específicos, fuera del contexto y donde poco se explica la complejidad
de las dimensiones estructurales o culturales del conflicto, pues informativamente
existe poco espacio para plantear todas las vertientes y además resultan poco atractivas
para los públicos, o para el valor económico de la noticia.
¿Puede el periodismo de paz plantear una cobertura diferente para la migración? Antes
de reflexionar sobre ello es importante reconocer qué han informado los medios digitales
nacionales sobre las caravanas migrantes en México.
Periodismo digital y migración: líneas narrativas
En este recorrido presento las líneas informativas que los diarios digitales El Universal Online y La Jornada emplearon para construir sus noticias sobre la caravana migrante. Los diarios seleccionados
son dos medios reconocidos en el plano nacional del periodismo mexicano, el primero
es El Universal, que como medio de comunicación tiene una larga historia en el periodismo pues nace
en 1923, pero es hasta el 1996 que presenta su versión digital.
La Jornada, por su parte, nace en 1984 y es un diario comprometido con temas sociales, reconocido
por su historia y tradición periodística en México; su versión en línea se origina
en 1995 (Arce 2011). Ambos diarios son los seleccionados por su historia y amplia cobertura a nivel
nacional, para hacer un rastreo sobre las noticias publicadas de la primera caravana
migrante. El suceso de la primera caravana migrante del 19 de octubre de 2018 es seleccionado
en este artículo por ser un acontecimiento que llama la atención de los medios para
volver a colocar en sus portadas el tema de la migración y porque además formará las
líneas informativas de los medios en posteriores caravanas, qué y cómo se informa
sobre ellas.
Las noticias sobre la caravana migrante publicadas por los dos diarios digitales seleccionados
son la materia con la que se compone este artículo y sus reflexiones, la metodología
implicó aspectos de análisis discursivos sobre el abordaje de la migración en las
notas, las fuentes informativas citadas, los actores mencionados en la noticia y los
temas vinculados con la caravana. De este material analizado emanan las reflexiones
sobre el quehacer periodístico en temas de migración que presento a continuación.
La primera parte dará cuenta de las líneas narrativas que reportan los diarios elegidos.
A nivel mundial, los procesos migratorios han vivido alteraciones: los desplazamientos
de personas de países con crisis económicas, conflictos bélicos y pobreza extrema
aumentaron hacia países receptores vistos con economías sólidas, empleos sustentables
y épocas de paz. La frecuencia de estos flujos, más la cantidad de personas que se
suman cada día provocan descontento, preocupación y xenofobia; los países receptores
construyen políticas para blindar sus fronteras y detener la migración. Otros países,
los menos, han optado por políticas públicas de brazos abiertos a los migrantes.
En América, el país receptor por excelencia es Estados Unidos. En la búsqueda para
alcanzar el añorado sueño americano, los flujos de migración van de sur a norte y México durante décadas fue el país
origen de la migración hacia el norte del continente. Sin embargo, en épocas más recientes
la migración centroamericana creció y de igual manera se construyeron políticas para
detenerla, en particular la migración que las autoridades consideraban como ilegal.
La figura política que atomiza el discurso contra la migración continental es el actual
presidente de Estados Unidos, Donald Trump. A su llegada a la presidencia en el 2017,
el tema se visibilizó como una forma de hacer política local y mundial, y también
por sus constantes comentarios xenófobos.
En México se comenzó a experimentar fenómenos migratorios masivos que no eran solo
desplazamientos internos sino también externos y de múltiples países: las llamadas
caravanas migrantes. Su presencia provocó un cambio en el discurso noticioso anteriormente
concentrado en los desplazamientos de los conciudadanos, las detenciones en la frontera
o los actos de violencia de los que eran objeto los connacionales; ahora la noticia
también mira a la frontera sur de México y la migración masiva que el país recibe.
La convocatoria para formar la primera caravana de la era de Donald Trump tuvo un
auge inusitado, partió de Honduras el 13 de octubre de 2018 y participaron un aproximado
de mil 600 personas, entre las nacionalidades que componían este suceso había hondureños,
salvadoreños y guatemaltecos, principalmente; su destino final era Estados Unidos,
pero su país de tránsito fue México.
A partir de las caravanas, el discurso informativo de los medios mexicanos comienza
a formar grandes líneas para reportar lo acontecido y por medio de las noticias construyeron
grandes líneas narrativas que analizaremos en los siguientes párrafos. Es importante
conocer las líneas narrativas de las noticias reportadas por los medios pues como
menciona Iván Arévalo:
Un tratamiento informativo que se basa principalmente en sucesos trágicos y negativos,
en algunos casos amenazantes, puede condicionar las percepciones sobre el entorno
y las relaciones con la otredad. Por ejemplo, si los medios de comunicación hacen
una continua asociación entre inmigración y delincuencia, estos discursos podrían
moldear la percepción de la población autóctona sobre la integración de estas personas
y legitimar la discriminación en ámbitos como el mercado laboral o en el acceso a
la vivienda (Arévalo 2014, 58).
El 19 de octubre de 2018 llega la primera caravana a territorio mexicano, algunos
medios como El Universal reportaron en sus espacios los siguientes titulares: “Llegan 2 mil 500 centroamericanos
a frontera México-Guatemala”. Al inicio de la nota se lee: “Unos 2 mil 500 hondureños,
guatemaltecos y salvadoreños llegaron a las 08:00 horas al puente internacional Rodolfo
Robles, para pedir al gobierno mexicano que les permita ingresar a México con documentos,
con el fin de avanzar a la frontera norte…” (El Universal 19 octubre, 2018).
La primera línea discursiva de los diarios mencionó la ilegalidad de la mayor parte
de quienes se dirigían hacia México, hubo referencias constantes que los nombraban
como migrantes indocumentados o que no contaban con los papeles necesarios para su
ingreso al país; también hacían referencia a la diversidad que componía la caravana:
niños, mujeres, hombres, jóvenes o familias completas, y se recalcó en la situación
de irregularidad.
A partir de entonces, en los medios de comunicación fueron muchas las maneras utilizadas
para nombrar a los migrantes: “mojados”, “indocumentados”, “ilegales”, por decir algunas;
aunque predominó con mayor constancia la denominación de “irregular” o “indocumentado”.
También vincularon al migrante irregular con algunas nacionalidades: en la primera
caravana resaltan los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos. Después se sumarían
otras nacionalidades latinoamericanas que sufrirían la misma suerte: colombianos,
venezolanos, chilenos, para al final destacar a todo el grupo como “centroamericanos”.
Esta primera línea narrativa del discurso periodístico suma la vinculación entre el
migrante centroamericano y su calidad de irregular, el panorama informativo centra
su atención en que estas son las características de la migración, y desde esta perspectiva
se envuelve el amplio fenómeno de la migración hacia México.
La segunda línea fue perfilar a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, como el
personaje central de la noticia, sus declaraciones, sus discursos, sus agresiones
contra los migrantes ilegales, y su visión específica de los mexicanos como principales
responsables de los males sociales de su país. Los diarios mexicanos, El Universal Online y La Jornada, citaron las declaraciones de Donald Trump en sus titulares, en sus notas y destacaron
las amenazas de reformular las políticas comerciales con México, en especial el Tratado
de Libre Comercio (TLC), como forma de protección contra la migración, así como sus
comentarios de considerar a las caravanas como “emergencia nacional”.
Desde el lado mexicano, las declaraciones se atomizaron en el entonces jefe del ejecutivo
mexicano Enrique Peña Nieto en su último año de gestión y después, la transición al
gobierno encabezado por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Los medios resumían la migración como noticia en las voces de los presidentes, las
declaraciones de ambos lados y las intervenciones de los encargados de la política
internacional. Poco se escucharon otras voces, otros motivos, quedaron fuera las expresadas
por los migrantes o las de organismos civiles para la asistencia de los expatriados.
La tercera línea noticiosa consiste en reportar la migración como una urgencia, un
evento extraordinario asociado con el límite fronterizo en el que se repara porque
ocurren actos violentos. Es decir, la migración como una constante en el país desde
hace varias décadas, solo se construye como noticia por los espacios periodísticos
hasta que la relacionan con hechos de violencia, principalmente en tres categorías:
-
Los migrantes y las detenciones en la frontera norte, cuando existe empleo de fuerza
bruta por parte de la policía migratoria estadounidense. La información recae en los
casos de abuso de autoridad, golpizas, empleo de balas de gomas, detenciones arbitrarias,
entre otras causales. A ello se suman los más recientes casos sobre los centros de
detención en Estados Unidos, donde separan a los menores de edad de sus padres o permanecen
en lugares confinados por muchos días, en condiciones de hacinamiento.
-
De manera más reciente, la migración y la violencia que viven los migrantes en su
ruta a la frontera norte del país por la presencia de la delincuencia organizada.
La información aborda la desaparición de migrantes, los secuestros para solicitar
rescates a sus familiares y casos de asesinatos.
-
Las dos primeras líneas abarcan la violencia que recae sobre los migrantes; mientras
la tercera se refiere a la que ellos ocasionan, por ejemplo, la más visibilizada al
intentar cruzar con uso de la fuerza la frontera sur por no contar con la documentación
requerida.
Los anteriores casos muestran a la migración como un evento de urgencia, aunque es
un proceso constante que no se detiene; los medios de comunicación la expresan como
suceso extraordinario, que además asocian con actos de violencia ejercida sobre ellos
o producida por ellos, lo cual crea la relación migración-violencia.
La violencia asociada con la migración construye cualidades negativas para todos los
migrantes; especialmente la migración centroamericana es reportada como causante de
malestar social. Sus integrantes quienes, al no tener libre tránsito por el país,
enfrentan a las fuerzas policíacas de México. Los periodistas los reportan como agresores,
en actos vandálicos para forzar su entrada al país y como provocadores por no respetar
las normas de legalidad.
La última gran línea de información en medios es ahora la expresión más común y constante
de la migración, la explosión de las caravanas, las grandes movilizaciones de ciudadanos
centroamericanos que reclaman libre tránsito por México para llegar a la frontera
norte, a consecuencia de mantenerse a salvo de la delincuencia que opera en nuestro
país.
La primera caravana migrante fue representada como un acto amenazante y hostil para
el país, y ello ha transformado la atención informativa que antes era casi exclusiva
para hablar de y solo de la frontera México-Estados Unidos; ahora la atención también
está en la frontera sur que vincula al país con Centroamérica, las movilizaciones,
los enfrentamientos con la Guardia Nacional mexicana para evitar la entrada forzada
al país, entre muchos otros factores. Las fronteras sur y norte son ahora el foco
de atención informativa para referir la migración. Hacia el sur, la cobertura periodística
abordó los desplazamientos centroamericanos y las acciones de la autoridad mexicana,
local y federal, sobre la entrada de migrantes. En la frontera se hicieron presentes
diferentes cuerpos del orden como la policía local, la estatal y la recién creada
Guardia Nacional.
En la frontera norte, los diarios enfatizaron los campamentos de migrantes, los albergues,
comida y atención médica provistos por el gobierno mexicano; también mencionaron las
solicitudes de asilo en los controles de migración. Reportaron algunas historias de
migrantes, del tiempo que tarda la respuesta a sus solicitudes; pero también se centraron
en los malestares de la comunidad cercana a la garita por la recién llegada caravana.
Todo lo anterior establece una relación tripartita en los discursos informativos de
los medios mexicanos: migración-ilegalidad-violencia, ahí es donde reposa la noticia,
desde donde los medios construyen las narrativas que los lectores emplean para comprender
qué sucede con la migración y cómo relacionarse con ella. Un discurso que no contribuye
a la comprensión compleja de la problemática.
Nuevas narrativas sobre la migración
El periodismo puede proponer una mirada diferente sobre la migración, respetar la
fidelidad con los sucesos, pero centrar su atención en otros ángulos de la información.
El periodismo no es solo comercialización de la información, de una mercancía, también
responde a un compromiso social con los lectores. El contrato del periodismo tiene
una base fundamentada en el bien común y la ética, sin dejar de reconocer el valor
de la información en un sentido comercial.
La migración es un asunto cotidiano. Como ciudadanos contamos con alguna relación
sobre este fenómeno: somos migrantes en un sentido local o internacional, estamos
vinculados al beneficiarnos de migrantes y sus divisas (la economía nacional no se
entendería sin las divisas); las intenciones de mejorar las condiciones de vida, las
organizaciones civiles en pro de migrantes, las políticas públicas del gobierno sobre
el tema, la multiculturalidad de la que es expresión nuestro país, entre muchos otros
rasgos. Al reducir la noticia sobre la migración a eventos extraordinarios y vinculados,
la mayor parte de las veces con la ilegalidad y la violencia, se construye la migración
como un mal social, un discurso que puede alimentar un rechazo generalizado contra
los migrantes, un rechazo a una actividad humana cotidiana y que es producto de la
globalización.
El periodismo de paz plantea un cambio en el tratamiento de la información, enfocado
a otorgar miradas de la otredad, es decir, “frente a la práctica dominante, Galtung
sitúa el paradigma del periodismo de paz, orientado hacia la transformación del conflicto,
que atiende la voz de las víctimas e interpreta la paz como un proceso en el que todas
las partes han de estar involucradas y recibir beneficios” (Espinar 2012, 177).
Para comprender la complejidad del tema, es fundamental construir una agenda informativa
sobre la migración que visualice sus diferentes ángulos: desde los motivos de los
migrantes para realizar caminatas extensas y llenas de peligros, sus aportaciones
a las economías locales, las particularidades de su cultura, y la libertad de tránsito
de los seres humanos, hasta los ya mencionados sucesos sobre la violencia o el descontento
general. La agenda informativa también es rentable si los lectores comentan la noticia
desde perspectivas positivas y sobre todo en su convivencia cotidiana con el fenómeno.
Informar de manera diversa sobre la migración centroamericana y mexicana posibilita
un reconocimiento complejo sobre el fenómeno, la violencia es un factor presente pero
no el único para construir la noticia. Así lo es también la situación de las comunidades
locales, los programas de apoyo para la migración en tránsito, los organismos civiles
nacionales e internacionales que velan por la protección de los derechos de los migrantes
y los ciudadanos, sobre todo cuando las caravanas están compuestas por familias, niños
o jóvenes en situaciones vulnerables.
Tematizar informativamente la migración implica desarticular la narrativa de la violencia,
es construir otras narrativas, algunas más plurales, sin que ello signifique sacrificar
el interés periodístico. El abordaje puede ser desde la economía, el desarrollo turístico,
la salud pública, la diversidad étnica, la creación de empleos, entre muchas otras
aristas. Por ello, se proponen perspectivas para considerar en el periodismo de migración.
Más que fuentes oficiales
Es importante resaltar las voces políticas que determinan las leyes sobre las que
la migración reposa, los presidentes deben ser referidos en el discurso informativo,
pues son quienes dictan las políticas públicas a seguir y los acuerdos internacionales
o globales al respecto del tema; sin que ello sugiera ser las únicas voces citadas.
Es necesario escuchar la voz de los migrantes como actores de la noticia, saber de
su entorno original y las motivaciones que tienen para desplazarse, y sumar las voces
especializadas en el tema: desde políticos y sus contrapesos, facto res de legalidad;
expertos en temas de multiculturalidad; hasta las organizaciones civiles en defensa
del migrante, los derechos humanos y jurídicos de los que gozan. Así también, debemos
sumar las voces de las comunidades locales por donde transitan o residen la mayor
parte de los campamentos de migrantes, para conocer sus preocupaciones; lo mismo que
la de aquellos conocedores del tema sobre la convivencia con migrantes.
Y, sobre todo, hay que sumar, a las voces de la emergencia de los migrantes, las perspectivas
en donde la migración ya está integrada a la comunidad, a la sociedad, al país. Es
decir, las noticias de migración deben incluir las historias de las personas en situación
de legalidad o con la documentación necesaria para permanecer en el país, no solo
en caso de emergencia. Esta perspectiva permite sumar un lado positivo, entre las
afectaciones y los beneficios de los desplazamientos.
Es imperativo conocer o ampliar las explicaciones sobre las situaciones migratorias
en los países receptores; es decir, mientras más voces se sumen para informar sobre
la migración, los receptores de las noticias podrán construir información más clara,
diversa y oportuna para la toma de sus propias decisiones, tanto personales como políticas,
en cuanto al tema.
Las historias
Las cifras son uno de los rasgos más destacados periodísticamente para informar sobre
los acontecimientos y en el tema de la migración no es la excepción, estas ayudan
a comprender la magnitud de ciertos problemas; pero si la noticia se reduce únicamente
a las cifras, dificulta la comprensión del fenómeno. El periodismo actual requiere
de humanizar los contenidos, poder reportar las cifras de los acontecimientos, a la
par de otros ángulos, las historias personales o los casos ejemplos que puedan representar
las características del grupo general que compone los movimientos migratorios. Así
también, la ciudadanía mirará la migración desde un aspecto más complejo que le permita
no representarla únicamente con valoraciones negativas.
El periodismo debe articular una polifonía sobre la migración, en la que plantee un
panorama de diversidad que humanice el fenómeno. Es imperante recuperar los testimonios
de personas en tránsito por las rutas de migración, de disponer de las más variadas
fuentes y testimonios, desde los peligros, las carencias económicas, la violencia,
hasta los apoyos sociales, la atención médica, etcétera.
El espacio cotidiano
La agenda informativa sobre la migración ha consolidado temáticas limitadas en un
campo tan vasto de información noticiosa y no es posible mirarla como algo pasajero,
llegó para convivir con ella y el periodismo tiene un papel fundamental para construir
su propia agenda de temas variados y voces autorizadas, especia listas en el tema.
La migración como fenómeno informativo debe permanecer dentro de la agenda de los
medios por sus distintas implicaciones en el ámbito cultural, social, político y económico.
Al menos en nuestro país, la migración presenta flujos de naturaleza laboral gestados
a través de la historia; es la búsqueda de mejor calidad de vida, a la que se le suman
los desplazamientos forzados por la violencia en todo el territorio, muchos de los
cuales solicitan asilo político al vecino país del norte.
La situación de violencia en el país es generalizada y está provocando migración interna
y externa como forma de protección, de igual manera la crisis económica y la precariedad
laboral se suman como causas para migrar. En este sentido la migración es más cotidiana
que de urgencia y bajo estas cualidades es posible construir la noticia.
Especialización periodística
La profesionalización del periodista no termina cuando se vuelve reportero o editor,
es una profesión que necesita actualizarse en materia de migración por todas las implicaciones
que conlleva. En la actualidad, el periodismo como herramienta para informar acerca
del mundo y la capacidad que tiene para construir una perspectiva sobre los temas,
requiere de su especialización de forma indispensable en el tema del que derivan otros
asuntos.
En el caso de la migración, la especialización del periodismo debe construirse desde
una perspectiva de paz, un periodismo de paz para sumar ángulos a los ya reportados
sobre los desplazamientos. El periodismo de paz nace como una necesidad de hacer frente
a la polarización social sobre el tema de la Guerra Fría. En los años 70, Johan Galtung
habla sobre la necesidad de construir una propuesta informativa del conflicto con
el propósito de contextualizar los sucesos, profundizar en sus causas. Un periodismo
para la paz aplicado como especialización en el tema de la migración, permitiría la
exclusión de un discurso polarizado que divida a la migración entre ellos y nosotros, buscando eliminar la violencia informativa de exhibir la migración solo como un
mal social, que guíe hacia comentarios de odio, xenofobia, discriminación y más violencia.
De la migración emanan inflexiones que desencadenan situaciones complejas. Implica
aspectos sociales, económicos, construcción de políticas públicas, generación o reducción
de empleos, acuerdos internacionales de movilidad, sustentabilidad, entre muchas otras
aristas, todas ellas como dependientes de la migración. Es por ello que la especialización
de los periodistas es una exigencia desde el campo de la comunicación, para hacer
posible una explicación profunda de las conexiones existentes.
También urge construir por medio de diversos géneros periodísticos, como el reportaje,
la entrevista o la crónica, un discurso periodístico sobre la migración cimentado
en un ejercicio y compromiso profundo con la responsabilidad social de la profesión.
“No hay forma de entender los movimientos migratorios sin comprender la historia,
condiciones sociopolíticas y trastornos climáticos”, de acuerdo con el informe sobre
Cobertura periodística de la migración en las Américas del 2011.
Debe ampliarse la oferta informativa y la posibilidad del periodismo como empresa
rentable. Así como existe la especialización en deportes, también es indispensable
construir una para la migración.
Reflexiones finales
Los espacios informativos y los periodistas como constructores de las noticias sobre
migración deben apuntar a un periodismo especializado, que reporte los hechos vinculados
al fenómeno de la migración desde distintos ángulos: como humanizar el contexto social
de los inmigrantes; evitar el reporte exclusivo de los hechos de las fuentes oficiales,
del gobierno, buscar los espacios alternativos y las voces de los implicados. Y también
requiere evitar asociar las nacionalidades de los inmigrantes con los rasgos negativos
vinculados con los migrantes y sus lugares de procedencia.
La migración es un tema que acompañará a la sociedad contemporánea y requiere de ser
considerada una fuente de información consolidada como la economía o la política,
por tanto, también requiere de un periodismo especializado, para trabajar a profundidad
toda su complejidad y el periodismo de paz ofrece una oportunidad para plantear un
panorama distinto. Construir un periodismo de paz es necesario para tratar temas de
la migración no solo desde la violencia, literal o simbólica, es elaborar una narrativa
sobre la migración de forma más diversa y multicultural. El periodismo es capaz de
realizar dicha tarea, de comprender la migración como un acto de la modernidad y está
obligado a informar con dicha perspectiva.
Es indispensable evitar la violencia informativa que pueda generar discursos de odio
sobre grupos identificados. Si continuamos con la línea tripartita sobre migración-ilegalidad
y violencia como factores de malestar social, se alimentan discursos xenofóbicos contra
las comunidades de migrantes en cualquiera de sus situaciones de irregularidad o legalidad,
con casos de agresiones reportados en muchos lugares. En la búsqueda por un periodismo
humanitario con una responsabilidad social para informar de asuntos públicos, la participación
política del periodismo no se puede dejar de lado, su fuerza resultará de comprender
los beneficios sociales de su información, su contribución para la convivencia y las
dificultades que se presentan. Postulemos pues un periodismo para la paz en migración
como un camino informativo.