Las reformas financieras en México. Crédito bancario sin moneda única

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Eugenia Correa

Resumen

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no es sólo un acuerdo que abarca productos básicos comercializables, sino que incluye importantes capítulos sobre servicios, especialmente servicios financieros. Adicionalmente, el TLCAN es también un acuerdo pionero para la protección de las inversiones. La libre circulación de capitales y la salvaguarda de los derechos de propiedad son características esenciales. Este artículo sostiene que la reforma financiera en México de 1989 a 1992 fue una condición previa para la liberalización comercial y financiera en el marco del TLCAN. Así, se analiza el contenido de esta reforma y se compara con la llevada a cabo durante la década de 1970, que también abrió el mercado financiero. Posteriormente, se examina el establecimiento de filiales financieras y el modelo global de negocios financieros y sus consecuencias en el financiamiento. Y aunque no se trata de una unión monetaria, el TLCAN establece una forma de unión financiera. Para México, esta unión significa una delimitación del financiamiento global y nacional. Se argumenta que la regionalización del crédito es fantasiosa, ya que ésta pretende establecer una restricción a la capacidad crediticia del banco central frente al gobierno y transferir dicha capacidad al mercado. La idea de sustituir el papel del banco central como prestamista de última instancia, a través de cambios legislativos, y bajo el contexto del actual clima financiero de "too-big-to-fail", no puede contar con el apoyo de un sistema financiero globalizado que opera con monedas nacionales o regionales.

 

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Cómo citar
Correa, E. (2022). Las reformas financieras en México. Crédito bancario sin moneda única. Ola Financiera, 15(41), 62–83. https://doi.org/10.22201/fe.18701442e.2022.41.81647